1. El ciruelo del viejo de la muleta


    Fecha: 07/04/2021, Categorías: Masturbación Autor: danisampedro91, Fuente: CuentoRelatos

    ... autobuses, a las 10 de la mañana, siendo sometido por un viejo con muleta y un pedazo de ciruelo enorme, y siendo visto por otro hombre, y por cualquiera que entrara en aquellos momentos en los aseos públicos de la estación.
    
    Me excitaba que me exhibiera mientras me sometía a sus deseos, pero también me estresaba y temía ser visto por cualquiera que me conociera. Aquella situación me ponía demasiado nervioso, pero la calentura y excitación que me hacía sentir y el morbo que me daba, no me dejaban ver el peligro que corría.
    
    El viejo después de morderme y lamer por todas partes, poniendo sus manos sobre mis hombros, me hizo agachar, y sin más preámbulos, metió aquel ciruelo que se gastaba en mi pequeña boca.
    
    Chúpalo bien maricón, y ten cuidado con los dientes, no lo vayas a morder, si quieres que luego te lo meta por el culo.
    
    Abriendo la boca todo lo que podía, metí aquel cipote, empezando a chuparlo como si fuera el más rico de los manjares. Lo sujetaba con ambas manos e iba chupando metiéndolo hasta que me empezaba a dar arcadas. Era demasiado cipote para que me cupiera en la boca, pero hacía todo lo que podía por chupar aquella maravilla.
    
    Estando así agachado, chupándole aquel enorme cipote al viejo, noté como unas manos se posaban sobre mi culo, empezando a acariciarme el culo y la espalda, miré de reojo a ver quien era, viendo que el que me acariciaba no era otro que el hombre que había estado lavándose las manos y mirando como el viejo me sometía a él. Me ...
    ... acariciaba con una mano, mientras con la otra se estaba meneando su polla.
    
    Joder, el cabrón aquel se había puesto bien cachondo viendo el espectáculo, y no había aguantado más, y ahora se unía al viejo, acariciándome el culo y la espalda, meneándose la polla mientras yo agachado chupaba la polla del viejo.
    
    Como tanto el viejo como yo, no le decíamos nada, el muy cabrón se animó, se pegó detrás mía, con sus pies me hizo separar las piernas dándome un golpe a la altura de los tobillos, cosa que me hizo entender de que abriera las piernas.
    
    Se pegó a mi culo, puso la punta de su polla en la entrada a mi ano, se sujetó con sus manos en mis caderas, y mientras el viejo sujetaba con sus manos mi cabeza, aquel hombre que había estado mirando como el viejo me sometía, clavó su polla en mi culo.
    
    ¡Ohhh! ¡ooohhh! Soltó el muy cabrón nada más meterme la polla en el culo. Me agarró fuertemente por las caderas, volviéndome a dar otra envestida, mientras se colocaba pegándose más a mí, y abriéndome más las piernas.
    
    Cuando aquel cabrón me largó la primera envestida, me hizo tragar más el ciruelo del viejo, llegándome este hasta la campanilla. Dios, casi me traspasa la campanilla el cipote del viejo, y menos mal que la polla del cabrón aquel no era muy gruesa, por lo que apenas me había dolido cuando me la enterró toda en el culo. Había notado como chocaban sus huevos con mi culo, y como invadía su polla mis entrañas.
    
    Se escuchaba el sonido de su pelvis golpear mi culo cada vez ...
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