Aquellas pajas
Fecha: 09/04/2021,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... lejos y que con mi avaricia había vuelto a romper el saco. De todas formas era el penúltimo día de la evaluación y cometí la estupidez de aprovar aquella asignatura con lo que mis padres me sacaron de las clases de recuperación.
Nos acercamos al momento álgido de mi historia. El mes de Agosto de ese año. Acabé el curso con varios suspensos y tuve que pasar los meses de Junio y Julio yendo a las clases de verano (esta vez con profesores de los de siempre). Mis padres habían planeado que fuéramos todos el mes de Agosto con mis tíos a la playa, pero mi hermana quería quedarse en casa estudiando. A mis padres no les pareció bien, pero al saber que mi prima iba a pasar el mes con una amiga en la casa de campo de mis tíos, decidieron mandarnos a los dos allí con ellas. A mi como castigo por mis suspensos y para que estudiara. Así que llegado el dia uno, temprano, mis padres, mis tíos y mi primo salieron hacia la playa en el coche de mi tio. Por nuestra parte mi hermana, mi prima, su amiga y yo nos pusimos en camino hacia la casa de campo de mis tios.
DIA 1.
Cuando vi a la amiga de mi prima esperando con la maleta en la puerta de su casa se me cayó la baba. Era una preciosa rubia de 16 años con unas curvas que quitaban la respiración. No es que mi hermana y mi prima no estuvieran buenas, pues como ya he dicho estaban buenísimas, pero no tenía la menor esperanza de que la amiga de mi prima estuviese al nivel de las otras dos. Tres de tres era demasiada suerte. Allí estaba ...
... yo, con doce años recién cumplidos, a punto de pasar un mes a solas con tres tías de revista.
Durante el largo viaje en coche mi hermana y mi prima se turnaron al volante. Ambas con 18 años, tenían el permiso de conducir recién estrenado. Yo iba atrás con Marta, la amiga de mi prima, que a las dos horas de salir dijo que tenía sueño y que iba a dormir un rato. Se recostó en el asiento con la cabeza hacia la puerta y el culo hacia mi lado y como llebaba minifalda, me regaló con el espectáculo de sus bragas. Aquello fué más una tortura que otra cosa. Durante varias horas no pude dejar de mirar de reojo aquel trasero ni aliviar mi erección de ninguna manera. Por fín llegamos a la casa, que está a más de media hora en coche del pueblo más cercano (debido no a la distancia, sino al mal estado del camino). Nada más ir a dejar las maletas mi prima cayó en algo que mis tios habían olvidado. La casa sólo tenía dos habitaciones. Una con una cama de matrimonio y con baño (el único de la casa) y la otra con una cama de matrimonio y una pequeña cama plegable. Pues bien, el error fue olvidar que dicha cama plegable ya no estaba allí. Se había roto el año anterior y se la habían llevado. Mi hermana propuso que yo durmiera en el sofá del salón. Me negué diciendo que no iba a pasar un mes durmiendo en un sofá. Mi prima sugirió que la mejor solución era que ella y su amiga durmieran en la cama de una habitación y mi hermana y yo en la de la otra. Tras mucho protestar mi hermana finalmente ...