1. Aquellas pajas


    Fecha: 09/04/2021, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... cama boca abajo y se dispuso a dormir la siesta. Debido al tremendo calor habíamos desterrado de las camas hasta la sábana de arriba. Esperé pacientemente unos veinte minutos hasta que se quedó dormida. Entonces con mucho cuidado me puse de rodillas en la cama y levanté despacio su camiseta hasta la cintura. Ante mí apareció su precioso y redondeado culo cubierto por unas ingenuas bragas blancas de algodón. Sin pensarlo dos veces saque mi polla del bañador y teniendo cuidado de no mover la cama, me hice una paja silenciosamente. Cuando nos levantamos de la siesta, mi prima y su amiga todavía llevaban el bikini puesto. Tras bañarnos otro rato, mi hermana temiendo que ellas fueran a pasar el verano medio en cueros, sugirió que no era sano llevar todo el día el bañador mojado. Dijo esto esperando que después del baño tomaran la costumbre de volver a vestirse, pero el resultado fue el contrario. Mi prima, tras reconocer que mi hermana tenía razón, se fue a su habitación, y al rato apareció en el salón vestida únicamente con unas bragas y un sujetador. Casi se me sale el corazón del pecho y otra cosa de la bragueta. Mi hermana le preguntó cómo se le ocurría salir así estando yo delante. Ella respondió que solo tenía un bikini y que al fin y al cabo no había diferencia entre ir en bikini e ir como ella iba. Mentalmente le di la razón a mi hermana. ¡Que no había diferencia!. Marta, para no parecer tímida delante de su amiga decidió imitarla, pero pude notar el rubor en sus mejillas ...
    ... cuando salió de su habitación. A partir de ese día la casa se convirtió en una pasarela de lencería. ¡Y qué modelitos!. A cuál más transparente y provocativo. Cada dos por tres tenía que ir al baño a aliviarme con la mano.
    
    DIA 3. Me levanté tarde. Fui a la piscina y vi que Marta y mi hermana ya estaban allí. Al rato llegó mi prima con una camiseta puesta. Al quitársela vi que no llevaba bikini, sino bragas y sujetador. Se tiró al agua, nadó un rato y salió. Si su ropa interior ya era de por sí bastante transparente, mojada lo era del todo. Se le veía perfectamente la raja del culo, los pezones y la negra pelambrera del chocho. Las tres se pusieron a tomar el sol. No les quitaba el ojo de encima. Mi prima dijo que tomando el sol así acabarían teniendo el culo y las tetas blancas y que era mejor tomar el sol completamente desnudas. Mi hermana, viendo la firme decisión de mi prima, me dijo que entrara en la casa. Le pregunté por qué y me respondió diciendo que era indecente que me quedara allí y que además era muy pequeño para ver ciertas cosas. Yo fingí que me iba a casa, pero lo que hice fué rodear el seto y buscar alguna pequeña abertura entre las ramas por donde mirar. Ellas, incluida mi hermana, se lo quitaron todo y se untaron crema por todo el cuerpo dejándolos brillantes al sol. No tardé ni cinco minutos en regar el seto dejando blancos goterones colgando de las ramas.
    
    Como Marta y mi prima iban siempre en ropa ineterior me creí en mi derecho de hacer lo mismo. Así ...
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