Mundo salvaje -3-
Fecha: 13/04/2021,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Barquidas, Fuente: CuentoRelatos
... esposa; pero es que, ella, respondió a ese beso, esa caricia de él, con el mismo amor, el mismo cariño y la misma candente pasión puesta por Juan, su Juan, en la unión de sus bocas. Al fin, ese tan especial momento pasó, desanudándose las bocas, los labios, plenas, plenos ambos, del néctar de la saliva del otro, divino elixir que a modo compartieron.
—Calla, mi amor, calla; no es necesario que sigas hablando, contándome lo que ya es innecesario. Tú me has dicho que, por mi boca, mis palabras, te hablaba mi amor por ti, y yo lo mismo te digo a ti: En tus palabras latía, y de qué manera, ese tremendo, infinito, amor que para mí atesoras… Es maravilloso, mi Ana adorada, que tras años y más años aún me ames, me quieras, como me amas, como me quieres… Y que yo ame, te quiera en la medida que lo hago… Maravilloso, divino, de verdad, es eso…
—Sí, cielo mío; divino, maravilloso, que aún nos queramos, nos amemos así… ¿Desde cuántos años ya, mi amor?
Juan sonrió a su mujer, beatífica, casi seráficamente, al responderle
—Al menos, veintisiete
—Sí, mi amor, mi vida; casi más de veintisiete años desde aquella nuestra primera noche…nuestra primera vez… ¿La recuerdas aún, cielo mío?
—Pues claro que sí; cómo no la voy a recordar. Es inolvidable; la noche, los momentos, más felices de mi vida. De nuestra vida, diría mejor. No porque hayan sido los únicos, que noches, ratos…mañanas y tardes inolvidables, divinas, únicas, ha habido muchas, muchas, desde aquella nuestra ...
... primera vez, nuestra primera noche, pero esa es especial, diferente, más inolvidable que ninguna por eso. precisamente, porque fue la primera.
—Sí, mi amor; sí. Así es. Muchas otras noches, veces, me has hecho mucho, mucho más que feliz, dichosa, pero como en aquella nuestra primera vez, primera noche que nos amamos, que dormimos juntos, bajo las estrellas del cielo, ninguna. Y sí, como bien dices, porque fue la primera de todas las que le siguieron desde entonces hasta hoy, hasta ahora mismo…Y las que seguirán, mientras Dios nos mantenga la vida. Por cierto, amor, que menos mal que me decidí a tomar “al toro por los cuernos”, yéndome a ti en plan “Ahora o nunca”, dispuesta a violarte, como por finales pasó, que me “la” tuve que meter yo misma, pues tú no hacías más que decirme que estaba loca… ¡Pues eras de un paradito, que ya, ya! Y sí, loca estaba, pero por ti, querido mío.
Lo mismo ella que él, callaron, limitándose a mirarse los dos a los ojos, con todo el amor que se tenían vívido en sus óculos; con toda la ardiente pasión, el tórrido deseo, que les unía en esos dos pares de luceros que Dios o la Naturaleza, les dio. Así estuvieron, minutos y minutos, mirándose, besándose, acariciándose, hasta que Natura volvió a intervenir, llevándoles a unirse, de nuevo, una y otra, y otra vez, en esa intimidad conyugal que une, más y más, al hombre y la mujer enamorados, al marido y la esposa, en unión presidida por algo así como cruce de signos, los de Hera/Juno-Afrodita/Venus, en ...