1. Mercedes


    Fecha: 01/11/2017, Categorías: Poesía Erótica, Autor: xavimysk, Fuente: CuentoRelatos

    Había sido un duro día para Mercedes, el trabajo por turnos y las guardias contribuían por igual a su agotamiento. Para colmo una inoportuna avería en el coche le obligaba a volver a casa haciendo uso del transporte público, lo cual alargaría la vuelta de forma considerable.
    
    Caminaba con paso decido hacía la parada de autobús, en fin de semana y a aquellas horas de la mañana la calle estaba prácticamente desierta y el ruido de sus tacones revotaba en las paredes antes de perderse en la lejanía.
    
    -Ahora ves tú a saber cada cuanto pasa el autobús en fin de semana- Pensaba para sí misma algo agobiada ante el largo camino para llegar a casa.
    
    Por fin, tras caminar durante diez minutos, divisó la parada del autobús en la lejanía de una calle completamente solitaria a excepción de por un individuo que estaba apoyado contra la tapia de un edificio en construcción situado algunos metros antes de la parada del bus.
    
    Mercedes lo examinó detenidamente a modo de precaución. Parecía un chico joven, de entre veinte y veinticinco años y por su indumentaria, pantalones azules de trabajo, camiseta gastada y unas botas de seguridad, pudo intuir que se trataba de un obrero que posiblemente estaba trabajando en aquel mismo edificio.
    
    El chico parecía estar esperando a alguien y miraba distraído al otro lado de la calle mientras, con las manos en los bolsillos y las piernas cruzadas, se apoyaba de espaldas contra la tapia en una pose algo chulesca.
    
    -Qué raro que esta gente ...
    ... trabaje en fin de semana- Pensó.
    
    El sonido de los tacones de Mercedes llego hasta al chico que, instintivamente, giró su cabeza en la dirección de la causante de aquel ruido.
    
    Mercedes disimuló enseguida mirando al frente como si no hubiese estado examinando al joven tan solo hacía unos segundos. Este, enseguida hizo fuerza contra la pared con sus codos e irguiéndose se dispuso a contemplar el paso de aquella apetecible madurita al más puro estilo albañilense.
    
    -Pisa fuerte chata, que paga el ayuntamiento. Eso sí es andar y lo demás estropear el suelo- Le dijo el muchacho a la vez que acompañaba su paso con la mano en una pose torera.
    
    Lejos quedaban ya sus pinitos como modelo en los años de facultad, pero Mercedes sabía perfectamente que su privilegiado físico continuaba atrayendo a los hombres a pesar del paso de los años. Miró al chico y le regaló una sonrisa mientras continuaba andando en dirección a la cercana parada, al fin y al cabo no había sido grosero en exceso y ella estaba más que acostumbrada a los piropos.
    
    -Tienes dos ojos, como dos sartenes, que cuando me miras se me fríen los huevos- Soltó el chico envalentonado por su sonrisa y añadió - Si fueras mi madre mi padre dormía en la escalera.
    
    La sonrisa de Mercedes desapareció de su rostro, lo que comenzó como un inocente piropo se estaba tornando en algo desagradable. Aquel chico, de la misma edad que sus hijos, tenía unos modales que estaban muy alejados de lo que ella conocía en su entorno más ...
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