1. Cogí con mi novia, su madre y sus hermanas (Capítulo 4)


    Fecha: 19/04/2021, Categorías: Infidelidad Autor: felodel2005, Fuente: CuentoRelatos

    CUARTA PARTE: Rompiendo esquemas y algo más
    
    Camino a casa pensaba en varias cosas. ¿Por qué el drástico cambio de actitud de la madre de Majo después de que cogimos? ¿Le habría pasado algo a Majo? ¿Habría llegado ya a casa de su amiga? ¿en verdad habría ido a casa de su amiga o a otro sitio?
    
    Apenas llegué a mi departamento pensé en llamarla para saber cómo le había terminado de ir. Pero era algo tarde ya, me pareció mejor preguntarle por WhatsApp. Majo respondió rápidamente, me dijo que ya estaba en casa de Catalina, que de hecho ya estaba acostada tratando de conciliar el sueño. Me agradeció por preocuparme por ella, me deseo una linda noche y finalizó su mensaje con un te amo. Quedé un poco más tranquilo y decidí ir a darme un duchazo, después de todo me sentía algo pegajoso después de esa noche agitada. Mientras estaba en la ducha me sentí como un estúpido; si Majo me había respondido tan rápido el mensaje, debí haberla llamado en ese momento, al final de cuentas no era lo mismo para mi acostarme a dormir sin haber escuchado su voz. Una vez que terminé de bañarme, tomé el celular y la llamé. No contestó. Hice un segundo intento, pero nuevamente timbró y timbró hasta que me mandó al buzón de mensajes. Asumí que ya estaría dormida y sin pensar más en ello me fui a dormir. Estaba exhausto.
    
    Al siguiente día, muy temprano en la mañana llamé a su amiga, a Catalina. Era su mejor amiga desde hace muchos años, pero a mí, sinceramente, me desagradaba. Me parecía una ...
    ... mujer hueca y superficial, era una ignorante de tiempo completo. Eso sí, debo decirles que estaba bastante buena. No voy a dar mayores detalles sobre ella; lo único cierto es que tenía un cuerpo bastante provocativo. Su cara, por el contrario, estaba en desorden; se nota que sus padres no hicieron mayor esfuerzo en lo que refiere a los detalles de su cara.
    
    La llamé y le pregunté por Majo. Al instante me la pasó al teléfono. La noté iracunda. Me reclamó groseramente del por qué la llamaba al celular de su amiga. “¿Acaso no confías en mí?... si te digo que dormí en la casa de Catalina, espero que me creas y no que empieces a jugar al detective”. Al terminar la frase colgó. Me puse de mal humor, pero luego pensé que quizás tenía razón. Estuvimos de pelea un par de días por eso, pero luego todo volvió a la normalidad.
    
    Pasó el tiempo, pasaron meses y meses. Sin darnos cuenta llevábamos saliendo por dos años y medio con Majo. Nuestra relación se había ido deteriorando, si bien aún nos queríamos, compartíamos momentos especiales, disfrutábamos juntos de cualquier tipo de placer; parecía que algo fallaba. Ya no era igual que en un comienzo. Tenía claro que aún la amaba y daba por hecho que ella lo hacía de igual manera, pero ahora discutíamos con más frecuencia, por cualquier cosa; es más, gran parte del tiempo andábamos de pelea. Era como si constantemente el uno quisiera imponerse sobre el otro, era una guerra de dominio. Casi siempre resolvíamos nuestros problemas de la mejor ...
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