1. Columbus


    Fecha: 22/04/2021, Categorías: Gays Autor: Carlos Nagasaki, Fuente: CuentoRelatos

    ... Villistasaún rodeaban el pueblo.<<¿aún son más de estos animales?>> sopesé desesperanzado.Nos detuvimos al reconocer las extrañas siluetas y el murmuro españolizado. La ansiedadnos consumía, pero afortunadamente un susurro milagroso nos llamó. Era precisamenteJames Sullivan quien se resguardaba en una especie de sótano con vista a laAvenidaBondary. Sigilosamente nos dirigimos hasta su voz, nos abrió la pequeña puerta eingresamos. 40 minutos después, el ruido parecía haber terminado. Disparos aislados nosanunciaban la terminación de un exterminio sin sentido que nos marcaría por siempre.
    
    -¿Aún siguen esos desgraciados aquí?..- preguntó James Sullivan mientras yo observabapor el único orificio de la puerta. Me habían encomendado relatar los acontecimientos en elcentro del pueblo.
    
    -sí, aquí están todavía esos malnacidos.- contesté furioso y con un par de lágrimasimpotentes.Nunca tuve ningún prejuicio contra diferentes razas o naciones, para mí soloexistían dos tipos de personas; los buenos y los malos, nunca diré que los mexicanos sonunos malditos ladrones y asesinos, algunos de mis mejores amigos –José Gutiérrez,Macario Villaseñor y Manuel Espinosa- son de por allá. Sin embargo, la saña y elsalvajismo de estas personas comandadas por ese tal Pancho Villa me dejaron asqueado dela humanidad.
    
    Los observé con desprecio y repugnancia. Un grupo de 20 o 25 jinetes se regodeaban consoberbia en el centro de nuestro pueblo, por otro lado, cientos de subordinados ...
    ... todavíasaqueaban los remanentes de una ciudad prácticamente muerta. De pronto, la figura de unhombre emergió entre todos. Era robusto, físicamente grande, -lo cual contrasta con elestereotipo de nuestros vecinos- de caminar seguro y con una presencia imponente.Usaba barba y bigote adornados con una sonrisa convincente. Su vestimenta no la pudeapreciar con claridad, aún estaba obscuro a pesar del fresco viento mañanero y los primerosrayos del sol. Sin embargo, las notorias manchas de sangre en su ropa eran la señal de queel jefe había llegado.
    
    ***
    
    Los salvajes guerrilleros le abrían el paso reverencialmente, no me cabía la menor duda queal fin estaba observando alBandido más buscado y aterrador de todo México. Susemblante, rostro y postura eran demasiado diferentes a como lo imaginaba. Lo había vistoen varios cartelones pero indudablemente tenerlo cerca demandaba un inmediato respeto,aún sin conocerlo. Allí estaba el“Billy The Kid” mexicano, parado con arrogancia en laplazuela central de nuestro destruido pueblo. Se regocijaba del infierno que había traídoconsigo, era palmeado en su espalda una y otra vez por un sinfín de salvajes que lofelicitaban por el éxito de su misión. Segundos después escucharía su voz venenosa yadictiva. Su carisma era incontenible, la idolatría con que era observado por sus seguidoresno la había visto en ningún otro personaje. Se paró sobre un baúl viejo que sacaron dealguna casa y curiosamente se dirigió a “nosotros”.
    
    -sé que están por allí, escondidos en ...
«12...678...12»