1. Un extraño combate de gladiadores


    Fecha: 29/06/2017, Categorías: Incesto Autor: rubyg, Fuente: CuentoRelatos

    ... joyas, fue a sentarse junto a sus primas mientras ordenaba a los gladiadores colocarse en el centro de la arena.
    
    La dama dio dos sonoras palmadas y dos jóvenes y hermosas esclavas aparecieron bajando la escalera. Cada una se acercó a uno de los gladiadores y depositaron a sus pies las pequeñas ánforas que llevaban. Las esclavas, que tampoco llevaban ropa, desnudaron con mucha dulzura a los gladiadores y, de una manera muy sensual, utilizando todo su cuerpo, les untaron el aceite que traían en sus ánforas.
    
    Mientras tanto, la dama les explicaba las reglas de su pelea:
    
    -Esta no será una pelea normal. Como veis, será un entretenimiento para nosotras, cuatro damas aburridas y viciosas. No se trata de herir a vuestro contrincante. No quiero golpes ni mordiscos ni estrangulaciones ni ningún tipo de ataque a los testículos, sólo podréis utilizar forcejeos e inmovilizaciones. El vencedor será el primero que derrame su semilla en el interior del culo del otro, y recibirá una generosa recompensa. Y el perdedor… ¿Quién sabe? Quizá por esta vez perder también sea una recompensa… ¿Lo habéis entendido?
    
    Los gladiadores se miraron asombrados. Nunca se habían visto en una situación semejante. No estaban seguros de si aquello era mejor o peor que un combate a muerte. En cualquier caso, los guardias tenían sus manos sobre las empuñaduras de sus espadas, de modo que no les quedó más remedio que asentir.
    
    Las esclavas aplastaban sus grandes pechos en los costados de los gladiadores ...
    ... mientras con una mano agitaban sus penes y con la otra introducían un dedo embadurnado de aceite en sus culos.
    
    -Dejad que estas chicas hagan su trabajo.- Continuó la dama.- Cuando vuestros penes estén bien duros será el momento de comenzar el combate.
    
    -¡Yo apuesto por el tracio!- Exclamó la hermosa.
    
    -No, no.- Dijo la gorda- El galo ya se está poniendo duro. Está mucho más excitado y dispuesto a hacer esto que el otro. Será el quien gane.
    
    -Estoy de acuerdo- comentó la joven –Yo también apuesto por el galo.
    
    -Entonces yo apostaré por el tracio, así seremos dos y dos. – Dijo la anfitriona. –Bien, parece que nuestros guerreros ya están listos. ¡Que comience el combate!
    
    Las esclavas salieron de la arena y fueron a arrodillarse ante las patricias. Éstas, por turnos, recibían en sus entrepiernas los lengüetazos de las esclavas mientras gritaban animando a sus campeones.
    
    Los hombres se colocaron frente a frente, en posición de guardia. Comenzaron a caminar en círculos el uno en torno al otro, buscando el mejor momento para atacar. El galo fue el primero en lanzarse. Saltó hacia adelante intentando agarrar los hombros de su rival, pero éste, con un rápido movimiento de pies lo esquivó al tiempo que le ponía la zancadilla. El galo cayó al suelo, pero consiguió levantarse antes de que el tracio cayera sobre él. Furioso, el galo atacó de nuevo. Esta vez usó una finta con la que logró engañar al tracio y agarrarlo por detrás, sujetando a la vez el torso y los brazos de ...
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