1. Luis, Jacobo y un verano 26 Eduardo enculado


    Fecha: 07/05/2021, Categorías: Gays Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues

    ... nos gustaba el tabaco, queríamos desobedecer las órdenes que venían de arriba, una forma de rebelarnos y marcar nuestro terreno a los mayores. Y cuando se podía, ahora era más complicado, bebernos unos vasitos de licor. -No me habías dicho lo de Laila. –sabía la respuesta que obtendría pero quería confundirlo. -Tu abuelo deseaba que lo supieras por él y ofrecerte la nueva yegua que es preciosa, se llama Rocío y te va a encantar. Es puro nervio y Marcos la monta todos los días para que se vaya acostumbrando. Sé que no te hará daño, se deja dirigir con una simple orden, en eso es muy parecida a Laila. Julio tenía más tiempo libre para estar con nosotros, el abuelo contrató a un señor, Marcos, para que ayudara a Rufo. Rocío, como Julio decía, era preciosa, no por eso dejaba de recordar a mi yegua, y piafó nerviosa levantando sus patas que cayeron con fuerza en el suelo cuando me acerqué a ella. Rufo la sujetó acariciando su careto blanco, era manchada de blanco y negro predominando este último. Tenía el belfo con babas moviéndolos continuamente nerviosa. Al lado de Rufo estaba el nuevo empleado que no nos presentaron, me llamó la atención su pose de vaquero, con los pulgares dentro de los bolsillos y las grandes manos enmarcando su paquete, llevaba barba de varios días, me pillo mirándole, me hizo un gesto con los dedos índices de ambas manos, como ofreciendo lo tenía debajo, le miré a la cara y sonreía amistoso. -Ven Luis, acércate. –la voz de Rufo hizo que dejara de ...
    ... observar al hombre y llegué donde él, puso en mi mano un azucarillo para que le entregara a Rocio. -Ahora es el momento en que puedes hacerla tuya, acaríciala muy suave. –pasé mi mano por toda su cara, sus asustados ojos cambiaron. Me gustaba, sí, su pelo era suave y lo sentía por Laila, pero Rocío se hacía mi amiga con cuatro caricias en su cara y cuello. -Sujétala Julio. –éste hizo lo que su tío le pedía y me cogió por las caderas elevándome para que montara por primera vez a Rocío. Sabía que Rufo era fuerte pero no pensaba que tanto. El paseo esa mañana resultó una delicia aunque aún no nos entendíamos del todo, era puro nervio y volaba en su galope. Mas novedades se presentaban, Rufo le había comprado un quad de dos plazas a Julio y ahora, en muchos paseos, Bruno y Julio iban en el coche metiendo ruido y nosotros en nuestras yeguas, se volvían locos y a veces salíamos a la vez para perdernos y no saber donde estaban teniendo que regresar solos. Pasaban menos tiempo con nosotros e iban mucho al pueblo, imaginábamos a qué. Nos pusimos muy contentos cuando Felipe nos llamó para decirnos que le dejaban pasar unos días acompañándonos. Todo cambiaba, pequeños detalles pero nos íbamos independizando unos de otros. -Luis, tienes que ir al hospital, he recibido una citación para que te miren el golpe de la cabeza, Rufo te llevará mañana. –a la tarde hablamos Jacobo y yo, podíamos ir en bici, total era una tontería, un capricho del abuelo y convencimos a la abuela que nosotros podíamos ...
«1234...7»