Una apuesta con mi profesora en la universidad
Fecha: 22/05/2021,
Categorías:
Sexo Oral
Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
... poco más de confianza con la maestra Robinson, pues durante aquella hora y media, me había hecho bromas y me había puesto a la luz por mi melena que por 4 pulgadas no llegaba a mis nalgas, decidí confirmar nuevamente lo que minutos antes había escuchado.
—Profesora Robinson…
—Si, dime.
— Solamente quiero confirmar lo que usted acaba de decir.¿No necesito venir a clase y que solo necesito pasar los exámenes, si es que decido llevar esa ruta?
—Lo has entendido muy bien, pero realmente no te lo aconsejo: hay gente que viene a cuatro, seis clases y han obtenido grados pobres que les ha afectado su porcentual. Dices que juegas futbol para la universidad,¿verdad? Pues creo que lo sabes, pero para representar a la universidad, tienes un promedio definido que tener. Así que piénsalo.
—¡Si, lo sé!
—¿Te aburre la historia?
—¡No! De hecho, me gusta la historia, loúnico que pensaba tomar otra clase que interviene con este horario.
—Y mira… si continuas en mi clase y vienes solamente al examen y lo fallas,¿podría cortarte esa melena?– yo me pongo a reír.
—Bueno, acepto el reto. -le he contestado y le pregunto. -¿Y si lo paso, hay algún otro incentivo?
—Bueno, si lo pasas con un promedio bajo, solamente para pasar la clase no hay incentivos, pero si tu porcentual es de 95% arriba, te dejo que me des una patada en el trasero.
Las palabras que usaba eran las palabras típicas sin ningún morbo alguno, o por lo menos así lo había apreciado, pero yo a mis 18 ...
... años me lance quizá un poco ingenuo, más que todo porque hay palabras, con su modismo en el idioma de Shakespeare, que todavía no dominaba bien por esos años, pues llegue a este país a la edad de 14. Así que con esa ingenuidad le dije lo siguiente a la catedrática Robinson:
—Darle una patada a su trasero, es algo que nunca me atrevería, pero quizá, darle una nalgada le dolería menos.– Ella se ríe, pues creo que no sabe que mi manejo en el idioma ignora de estos modismos de hablar.
—Mira, mira, mira… Ya me has hecho reír, pareces un chico serio y muy sensato, pero sabes eres un poquito atrevido… bueno, acepto tu apuesta, solamente si tu calificación es más del 95%. Adiós y te veo en dos meses.
En realidad, regrese a esa clase dos meses después a tomar el examen, y tenía muchas cosas en la cabeza por ese tiempo, que loúnico que me sacaba de la realidad que vivía, era en hundirme en los libros y estudiar. Vi a la profesora Robinson ese día, y ella estaba en unos pantalones negros ejecutivos y una blusa blanca, se miraba bonita, era una chica bonita. Realmente no recordaba la apuesta y he llegado a concentrarme y tomar el examen. Me despido y me voy.
Estos eran los tiempos que para saber cuál era tu grado deberíamos ir con el profesor, o algunos los ponían en el pizarrón haciéndolos públicos. Así que el día que sabía ella los haría públicos, pues nuevamente me asome a su clase y vi que había obtenido un 100%. Recuerdo que ya me retiraba cuando escucho su voz pronunciando ...