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A la maestra con cariño. Seducida y con rudeza se dejó hacer el orto
Fecha: 03/06/2021, Categorías: Gays Autor: Nazareno Cruz, Fuente: CuentoRelatos
... novio se lo hizo una vez, pero como no era tan gruesa accedió. Ahora es distinto, vas en serio, ahora me da un poco de miedo. Tomé de la mesa de luz un pote de crema para manos, le puse un poco en el culito. Entre tanto ella se colocó una almohada debajo, para levantar más la cola. Entro el dedo encremado en el culito, se siente estrecho y temeroso. Entro despacio, con muchas precauciones, en estrecho canal. Le duele, dice que siente como si la abriera en dos, que le arde, se la saco, unto otra vez con la crema. Le ordeno que se abra las nalgas, la entro, un poco, le gusta, y se la entro hasta los testículos. Se sentía violada pero dichosa. La moví hasta hacerla estremecer y gemir bien fuerte, morder y apretar la ropa de cama para mitigar los gritos que le llegan a la garganta. La monté poniendo el énfasis en la penetración bien profunda, aguanté cuanto pude, no quería escuchar sus gritos cuando la penetraba. Metí mis dedos en su boca, para callarla, que no interfiera en la concentración para poder correrme en ella... Le hice una culeada que recordará por mucho tiempo. Acabé con todo, quedamos latiendo en la misma frecuencia y con la igual intensidad. Seguí dentro del otro, moviendo el choto para sacar el remanente de leche acumulada, demorando la salida para darle tiempo. Descorché el tapón de la ...
... gruesa carne turgente que ocupaba todo el ano, demorarme dentro de ella y con ayuda de su mano se consiguió otro orgasmo. Descansamos un buen rato de las acciones y emociones. Le hice mamar la verga, hasta que se levantó nuevamente. Comenzamos a tener sexo, montado sobre su espalda, volvió a tener un par de intensos orgasmos que la dejaron satisfecha. Como no quería levantarme a buscar un preservativo, acordamos en terminarle en la boca. Cuando llegó el momento se la saqué, ella se colocó de costado y llevé la leche a domicilio, tragó todo. Era su primera vez, se sintió obligada, dijo que no sabía tan desagradable, levemente salado, no le desagradó, pidió repetirlo otra vez para tomarle el gustito a mi leche. Agradecimiento mutuo por la tarde lujuria que vivimos, nos despedimos con un beso que le comí la boca, quedamos en que al día siguiente la pasara a buscar por el cole. Durante una semana fue “mi mujer”, nos dimos todos los días. Seguimos con las encamadas, un poco más espaciadas, aún después de conseguirse novio seguimos teniendo sexo cada tanto. Se mudó al interior, pero la distancia es como el viento, apaga los débiles fuegos y enciende las brasas, lo nuestros son brasas que aún siguen ardiendo. Estoy esperando tus comentarios en mi correo,[email protected], no demores tanto. Nazareno Cruz