1. Mi papá se vino dentro de mí


    Fecha: 07/11/2017, Categorías: Incesto Autor: Stregoika, Fuente: SexoSinTabues

    ... Recuerdo que me senté frente al espejo y me pasé las manos por la cara, y cuando moví los brazos, sentí algo que se me hizo conocido. Se me habían crispado los pezones. Abrí las ventanas y me abaniqué con una cartulina. Mi mamá cambió del todo con ambos. Con el paso de los años entendí que lo que ella vio no fue un abuso, sino una infidelidad. Creo que me vio más contenta de lo que ella podía aceptar. Ambos la traicionamos al tiempo. Pocos días después de descubrir a mi papá besuqueándome y a mí responder con ese profuso gemido de excitación, sus maletas estaban en la puerta. Nos dejó solos prácticamente sin decir nada. A mí me afectó una décima de lo que hubiera imaginado, y entendí que mi madre nunca fue tan especial para mí. Si por cualquier otra razón se hubieran separado y hubiera yo tenido que elegir con quien quedarme, hubiera elegido a mi papá de todas formas. La vida a solas con mi papá se convirtió en un idilio, tan gradualmente que no nos dimos cuenta. Desde el primer día sin mi mamá, él y yo ya nos mirábamos con coqueta complicidad. Al día siguiente nos tratábamos como el padre y su hija más amorosos que hubiera visto el mundo. Abrazos, mimos, risas, y besos en la mejilla, pero ya desprovistos de toda inocencia. No decíamos una palabra al respecto, pero ambos sabíamos que teníamos ganas de hacer el amor. Y bien, la primera vez ocurrió al fin. Mi papá sabía que ese día iba yo a encontrarme con aquél chico otra vez, y yo sé que se remordía de celos. A él le daba ...
    ... como pena admitirlo y hasta me daba permiso de ir… ¡era lindo! Pero no resistió más. - ¡yo llego temprano, te lo prometo…! ¿A las 12? - a las 10. - ¡a las 12! - ¡Yuri! - ¡papi! – me di cuenta de que estaba provocándolo. Me gustaba poner en evidencia sus celos. - A las 10. - ¡A La 11! – pero vi su cara y me dio miedo – está bien, a las 10. Voy a bañarme. Y así lo hice, aunque con una diferencia muy importante de cuando pasaba al baño normalmente. Creo que fue una de esas cosas que una hace por deseos inconscientes. Inconscientes, pero deseos, al fin y al cabo. Pase frente a él desde mi habitación hacia el baño, en ropa interior. Después de 10 minutos en el baño, hasta se me habría olvidado, pero no, el efecto llegó retardado, pero llegó. Mi papá se me entró al baño. El corazón me dio un brinco cuando la puerta se abrió. Recordé instantáneamente las maripositas que habían invadido todo mi cuerpo el día del beso delante del computador. Era una emoción que solo él me podía proporcionar. Se quedó de pie mirándome a través del vidrio martillado y no dijo nada. Yo tampoco dije nada. Los segundos pasaron y como no hubo movimiento ni palabras, decidí hacer algo antes que él quizás se fuera. Abrí la puerta corrediza de la ducha. Estábamos ahí mirándonos a los ojos como dos enamorados. De todas las veces que me hubiera mirado un hombre, ninguna mirada se le comparaba. Una mirada de deseo se volvía ordinaria ante la suya, que expresaba más que todo, veneración. Al fin habló. - Yuri. Tú eres ...
«1234...»