Alicia 24/25
Fecha: 08/06/2021,
Categorías:
Hetero
Autor: evloguer, Fuente: SexoSinTabues
... hermanita trepándose al mostrador para alcanzar su montón de juguetes, un muchacho joven se estaba acercando para auxiliar a la pequeñita pero se frenó al vernos llegar. Le dije que era un antiguo amigo de la señora y me dispuse para ayudar a la pequeñita. Cuando le vi bien la carita pude observar que era un calco de su hermana, era una copia más chica con ese pelo dorado y todo. Le planté un besito en la mejilla mientras la sostenía por la cola para que pueda treparse al mostrador. Pasamos al fondo pudiendo ver a un hombre acostado en su sillón, estaba en camiseta y calzoncillos, roncando y se le asomaba un trocito de carne muerta por la prenda inferior, Martita tomó una sábana para taparlo bien. Pasamos a otra habitación, la de las nenas. Allí me hizo sentar para que la esperase mientras preparaba café. Cuando volvió yo hablaba casi susurrando pero me dijo que no me preocupase, ni un cañonazo despertaría al borracho. Se puso a buscar una ropa de entre casa y mientras se quitaba la blusa escolar se miraba los pezoncitos. Se lamentó de no tener tetitas aún y la consolé explicándole que algunos hombres las preferimos así, planas y sin pelitos allí abajo. Sonreí recordando que yo tampoco tenía, que Alicia me había rasurado dejándome como una gallina pelada. Seguía diciendo que todas las mujeres tenían tetas pero ella no, que era injusto. Poniendo las manos en sus pezoncitos le dije que así estaba hermosa, que no necesitaba las mencionadas tetitas y que esos pezoncitos ...
... alcanzaban para disparar las ganas de chuparlos. Para demostrarle me agaché mordisqueándole un pezoncito mientras con la mano le apretaba el otro, terminé chupándole bien las dos tetitas, sus dos futuras pechitos, mientras ella suspiraba fuerte. Cuando se fue corriendo a la cocina para que no se le hierva el agua, la vista de esa espaldita desnuda rematada con una pollerita tableada era hermosa. Al volver con las tazas humeantes se sacó la pollerita y se enfundó en una remera larga, algo que parecía un camisón suelto. Mientras sorbía su café le dije que tenía una linda colita y unas piernas fuertes que hacían notar sus ejercicios de baile, que no necesitaba para nada unas tetitas para verse preciosa y que además era hermosa de cara, tanto que daban ganas de besarla. Se conmovió parándose a mi lado buscando que la abrace. Separando mis rodillas para que se arrime bien le dí un tremendo beso, se podría decir que nos besamos mutuamente un rato largo. Sosteniéndola con una mano en su potito le confesé en tono susurrado que a mí me fascinaban las colas de las nenas, no de todas las nenas, solamente aquellas que tenían el traserito bien destacado pero que su carita era más hermosa que todo eso y moría por besarla nuevamente. Nos fundimos en un abrazo y mi mano ya apretaba bien esa parte trasera, le pasaba la mano por toda la colita para apreciar esas robustas formitas preguntándole al oído si ahora vestía la bombachita que mencionaron durante el almuerzo. Ya se la había visto, ahora tenía ...