1. Le presté mi marido a mi hermana.


    Fecha: 15/06/2021, Categorías: Infidelidad Autor: tolucossw, Fuente: SexoSinTabues

    ... siempre tan coqueta. La polla de Juan tenía que saber a mí, y Tere la estaba dejando completamente limpia de cualquier rastro mío. Me puso aún más cachonda ver lo cachonda que estaba ella, y me empecé a masturbar mirándolos. — Así, muy bien, toda para tí, cariño —le cogí de la nuca y le ayudé en el movimiento, pero dejando que ella decidiese hasta dónde tenía que tragarse—. Tenías muchas ganas de una buena polla, ¿verdad, cariño? —miré a Juan—. Mira la zorrita que te he buscado, amor —Tere se desconcertó al oírme llamarla zorrita, pero yo seguí—. ¿Te la come bien la putita? — Sí… — Disfruta, amor, disfruta en la boca de mi hermana —ella se tocaba el clítoris más frenética. Tirando del pelo, le aparté la cabeza unos centímetros, pero mantuvo la boca abierta mientras jadeaba—. Mira sus labios, tan gordos, deseando comerse tu polla— introduje la punta dentro de su boca, y ella respondió chupando. La volví a sacar—. Saca la lengua, querida —me obedeció y pasé el glande por ella. Estuve moviendo la verga, entrándola y sacándola, viendo cómo la lengua recorría el falo. Terminé sacando otra vez el rabo de la boca, y acaricié la lengua con mis dedos. Ella notó otra vez el sabor de mi coño, y se metió los dedos enteritos en la boca, chupándolos. Tuve un escalofrío y volví meter la verga. Juan estaba ciego de lujuria, el pobre. Yo seguía dirigiendo la cabeza de Tere, cada vez un poco más adentro. Ella pasó de frotarse la pipa a meterse dos dedos en un gemido que traspasó la polla que ...
    ... tenía en la boca. — Fóllate a tu nueva puta, métesela bien dentro. —Sí, ¡hasta el fondo! Tere se echó en el colchón, en la misma posición en la que vió que me estaba follando Juan. Me miraba con la cara desencajada por el placer, desconcertada. Juan le fue metiendo la polla a golpecitos, acompañados de los gemidos de Tere. Cada vez que Juan la embestía, ella gritaba. Con el movimiento de Juan ella se tocaba el clítoris frenéticamente, sin parar. Yo disfrutaba viéndolos de esa manera y me acerqué a besar a Juan. Sin querer puse una mano sobre el coño de mi hermana, retirando ella la suya. Tenía el clítoris hinchado y muy mojado. Se lo froté mientras chupaba la lengua de mi marido, pero cuando volví a mi posición dejé de tocarla. Me gustaba darle placer a Tere, se lo merecía, pero me resultaba raro masturbarla, incluso para mí. Juan la sometía a un vaivén frenético, y se volvió a tocar el clítoris mientras me miraba con los ojos algo perdidos, haciendo que mi pasión fraternal pudiese más que el resto de pudor que me quedaba. Le puse una mano en el muslo, cerca de su sexo y con la otra le acaricié un pecho, y ella enseguida se cogió el pezón del otro. Yo creo que sus gemidos se tenían que oír en todo el barrio. Saqué la polla y puse a mi hermana a cuatro patas, con el culo bien en pompa. Unas gotas le salían de la vulva y se acumulaban en el clítoris. Nunca había visto un chocho tan mojado. Me dieron ganas de chuparlo, pero me contuve cambiándolo con un buen mamazo a la verga de ...
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