Me devoró el gitano
Fecha: 16/06/2021,
Categorías:
Sexo Interracial
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... dientes para introducirse en mi boca y unirse a mía…
Yo grité…
Él me tapó la boca, y con un zarpazo de su otra mano, me quitó el sujetador del bikini. Se abalanzó sobre mí y me volvió a apretar contra la puerta, besándome y abrazándome con toda su fuerza.
Yo me resistía, y me di cuenta de que me estaba bajando la braguita, el tanga, que acabó cayendo al suelo. Noté una cosa rara en mi vientre, y, dando en grito, me aparté, retrocediendo hacia el único lugar que podía, la cama.
Entonces le vi…
Vi el horror, el horror por primera vez…
Don Rómulo se había quitado el slip, y estaba completamente desnudo…
Un pene enorme, con unos grandes testículos cubiertos de pelo blanco, estaba erecto, apuntando hacia mi…
Me quedé paralizada de terror… Quería gritar pero no me salía la voz… Y cada vez estaba más mareada…
El anciano se movió de un salto y se lanzó sobre mi.
Intenté apartarme, separarme, pero no pude… Don Rómulo era mucho más fuerte de lo que parecía… El anciano agarró mis dos pechos con sus manos y los apretó como si fuesen pelotitas de goma. Y me pellizcó con fuerza los pezones, grité de dolor y de sorpresa… Pero los pezoncitos se me pusieron muy duros y aumentaron su tamaño…
Me agarró, me apretó contra su cuerpo, me volvió a besar, y, con un movimiento muy violento, me arrojó encima de la cama de la caravana.
Y, saltando con gran agilidad, se lanzó sobre mí y me cubrió con su cuerpo. Noté todo su cuerpo encima del mío…
El anciano sudaba, ...
... jadeaba como un animal, parecía una extraña fiera furiosa, yo me sentía tan abandonada, tan débil, sabía lo que él me iba a hacer… No hacía nada por evitarlo… No podía resistirme, moverme…
Una especie de enorme serpiente serpenteaba por encima de mi vientre... Yo sabía que pronto querría meterse dentro de mi cuerpo…
No sé si lo soñé, pero por un momento me pareció ver que una especie de cámara de televisión que había encima de la nevera se había movido… Y recordé un objeto, como un mando de televisión, que el anciano tenía en la mano antes de soltarlo y abalanzarse sobre mí…
El anciano me besaba en la boca, el cuello, me lamía, me chupaba los pezones de los pechos - ¡que sensación más rara sentía yo cuando lo hacía!-, todo aquello me alarmaba porque gustaba mucho, parecía que el anciano sabía lo que tenía que hacer para que yo me lo pasase bien, se le notaba muy seguro, a mi me gustaba y espantaba mucho sentir su peso encima de mi, su vientre aplastado en él, su pecho oprimiendo el mío…
Noté que sudaba, que yo también me movía aunque su cuerpo pesaba bastante encima del mío…
Y sentí, de golpe, que algo se metía en mi sexo, algo se metía en mi vientre…. Algo empezaba a entrar en mi cuerpo…
Pensé que eran los dedos del gitano, pero, no, no podía ser, claro, sus dos manos estaban en mi cuerpo, aquello que se metía, aquello que se metía, sí, claro, aquello que se metía en mi vientre, no era ningún dedo, era mucho más grande, era, era, ¡sí!, ¡era aquella enorme ...