La liberación
Fecha: 18/06/2021,
Categorías:
Masturbación
Autor: Dama_x, Fuente: CuentoRelatos
... silencio hasta la puerta de una casa adosada. Gonzo llamó al timbre y alguien desde dentro abrió sin preguntar.
-Las damas primero.
Entró a la casa delante de él. Un delicioso aroma a incienso lo inundaba todo. Andaba siguiendo las indicaciones de él y bajaron unas escaleras que daban a un sótano. La estancia era un diáfano salón con dos sofás de piel con una pequeña mesa entre ambos y al otro lado, una pequeña barra con todo lo necesario para preparar cócteles. Toda la iluminación era a base de velas, muchas pequeñas velas, que unidas al incienso y una tenue música hacía que todo le resultara a María muy sugerente.
En uno de los sofás estaba sentada la pareja anfitriona. El, un chico atlético, con el pelo muy corto y le asomaba algún tatuaje. Llevaba una camisa blanca con algún botón de más abierto y unos vaqueros desgastado. Iba descalzo. Ella, una morenita menuda con unos labios carnosos con un vestido rojo súper ajustado debajo del cual María intuyó que no llevaba nada. Usaba unos tacones de vértigo.
Se levantaron al verlos llegar y se acercaron a ellos con una copa de champán.
-María, estos son Javi y Esther -presentó-, chicos, esta es María, hoy... Mi chica.
-Qué buen gusto tienes, cabrón -dijo Javi ofreciéndole una copa.
La lasciva mirada de este la puso tan nerviosa que se bebió la copa de un trago. Se sentaron y empezaron a hablar y beber champán. María, cada vez más relajada, se metió en su papel de chica de Gonzo dejando que este la tratara ...
... como algo suyo. Le gustaba sentirse así.
Por el hilo musical comenzó a sonar una canción que le encantaba.
-Me encanta esta canción, ¿puedes subirla?
Esther cogió un mando y subió el volumen. María se levantó y empezó a bailar sola. Se movía sensualmente, moviendo las caderas al son de la música y recorriendo su cuerpo con las manos, invitando a "su chico" a hacerlo. Cerró los ojos y continuó bailando. El champán, el incienso, la música... Cada vez estaba más caliente. Cada golpe de pelvis le hacía recordar que estuvo a punto de correrse y la dejaron a medias... "¡Qué ganas de follar tengo!", pensó.
De pronto sintió unas manos en su cadera y un cuerpo bailando pegado al suyo. Se dejó llevar cuando esas manos empezaron a recorrerla, aunque sentía algo raro en ellas, algo que nunca había sentido. Abrió los ojos y la vio bailando con ella, sobándola, mirándola con evidente deseo. No sabía cómo reaccionar, era la primera vez que se sentía deseada por una mujer y no le disgustaba...
Siguieron bailando, rozándose y ya María se dejó llevar del todo cuando Esther rodeo su cuello con los brazos y la atrajo para fundirse en un lascivo morreo que hizo que los dos chicos explotaran en aplausos, animándolas a seguir. María estaba desatada. Metió una de sus piernas entre las de Esther y empezó a bailar restregándola contra su coño mientras sus lenguas seguían luchando. Notaba humedad en el muslo, lo que hizo que se diese cuenta de que estaba en lo cierto, su nueva amiga no ...