1. La liberación


    Fecha: 18/06/2021, Categorías: Masturbación Autor: Dama_x, Fuente: CuentoRelatos

    ... llevaba ropa interior. Bajo sus manos a las caderas de la chica comenzó a subir su vestido. Dejo su culito al descubierto y comenzó a sobarlo. Lo apretaba y restregaba su muslo en su coño, como follándosela con la pierna. A Esther parecía gustarle. Llegado un momento, se separó de ella.
    
    -Vamos a mostrarles el género -dijo Esther-. Tu quietecita.
    
    La dejó de pie frente a ellos, se colocó detrás y empezó a bajar la cremallera del vestido. Los dos chicos no perdían detalle. María se sentía deseada como nunca y eso la ponía cada vez más caliente. Ellos ya se habían quitado la camisa y los vaqueros los llevaban desabrochados. Contemplar esos torsos desnudos.... Lis deseaba. Ambos. Esther tiró del vestido hacia abajo y quedó expuesta a ellos, solo llevaba puestas las medias, las sandalias y el sujetador.
    
    -¿Os gusta chicos? -ellos hacían gestos de aprobación -. Mirad que coñito tan suave tiene.
    
    Esther pasó su mano por detrás y empezó a acariciárselo, lo que la hizo derretirse. Ahogó un gemido de placer mientras Esther seguía con su "presentación".
    
    -A ver esas tetas -decía. Le desabrochó el sujetador y mostró el buen par de tetas de María. Sus pezones marrones estaban duros ya y esta empezó a sobárselas y pellizcarle hasta hacerla gemir.
    
    Entonces ya se levantaron ellos y se les acercaron. Esther dio un paso atrás y la dejó desnuda a merced de los dos chicos. Se pusieron uno a cada lado y empezaron a tocarla y besarla. El cuello, una teta cada uno, sentía las manos ...
    ... de ambos por todo su cuerpo. Una por el culo, otra en su coño. Ella había abierto las piernas para facilitar el acceso de sus manos a su clítoris. Alternativamente ofrecía su boca a uno y otro para que la besaran.
    
    -Ahora -dijo Esther, que parecía la maestra de ceremonias -debes elegir a uno para follarte.
    
    María miro a los dos. Estaba muy cachonda. Se hubiera follado a cualquiera.
    
    -Es fácil -dijo -para la primera vez elijo a mi macho. Fóllame Gonzo, no sabes cuánto tiempo llevo esperándolo.
    
    Se fueron juntos a un sofá y Gonzo la besó antes de hacerla sentarse en él. Instintivamente, María abrió las piernas para que el chico se colocara entre ellas. Este se arrodilló y la empujó para recostarla. Agarró sus nalgas y la acercó hasta poner su coño en el filo, justo delante de su cara. Escupió en él y a continuación comenzó a repasarlo con la lengua, despacio, como repartiendo la saliva por todo el sexo. Se separó y volvió a escupir. Repitió con la lengua, esta vez más rápido. La llevaba desde el clítoris al ano, como había hecho antes en los servicios, a la vez que sus dedos apretaban las nalgas con desesperación.
    
    María estaba desnortada. Sentir la lengua dura de su amante golpeando las paredes hinchadas de su sexo la volvía loca. Justo cuando una oleada de placer iba a recorrerla, Gonzo paró.
    
    -Sigue cabrón, no pares ahora -casi le lloraba -. Necesito correrme o me volveré loca.
    
    -No te preocupes, te correrás -dijo- pero cuando yo diga.
    
    Se incorporó y quedó de ...
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