1. Mi abuelo, la Bestia


    Fecha: 08/11/2017, Categorías: Incesto Autor: Ángel perversa, Fuente: CuentoRelatos

    Este relato que cuento tiene 4 años que paso y de hecho sigue pasando pero empecemos por el principio.
    
    Me llamo Clara, recién cumplí 22 años y desde los 18 años tengo relaciones íntimas y deliciosas con mi abuelo. Soy chaparrita, algo gordita, cabello negro, muy tetona y culona, mis ojos son grandes de color marrón, mi abuelo en cambio es un hombre de 65 años que realmente no los aparenta, tiene ojos verdes, buen cuerpo, es alto y tiene el cabello ya cano, unos brazos y piernas firmes, una verga, gruesa y deliciosa de 22 cm, come sano y hace ejercicio por lo que sus amigos le dicen la Bestia por su forje.
    
    Soy la menor de cinco hermanos, mi mamá desde chica le gustó la verga y es así que me tuvo a sus escasos 25 años… todos los hijos éramos de distinto padre razón por la cual mi abuelo siempre estaba enojado con ella pero nunca con sus nietos, quienes éramos tres mujeres y dos hombres, desde que nací fui la consentida de mi abuelo y fue la razón perfecta para que mi madre me dejara junto con mis hermanos con mis abuelos para que ella se fuera con su nuevo novio cuando yo tenía 6 años.
    
    Mis abuelos criaron con esmero a todos mis hermanos y a mí pero como les digo yo soy la consentida por lo que los dulces y regalos en su mayoría eran para mí.
    
    Mi abuela murió cuando tenía 15 años, mis hermanos se juntaron y me quede sola con mi abuelo y nunca fui más feliz pues toda su atención era para mí.
    
    Cuando tenía 16 años empecé con las calenturas de cualquier adolescente, ...
    ... mi pecho creció muchísimo, se ensancharon mis caderas y mis piernas se tornearon, entonces mi abuelo me prohibió usar faldas y shorts más que para andar en la casa, en las noches acostumbraba a masturbarme y meterme los dedos imaginando que era el miembro de mis compañeros de clase.
    
    Cuando cumplí 17 llegue a la casa del colegio, y sin querer vi como mi abuelo se estaba masturbando viendo una revista, jamás olvidaré esa imagen y esos jadeos, despertaron en mí una lujuria inmensa y así que aprovechaba siempre para espiar a mi abuelo en su cuarto y cuando se bañaba siempre con la delicadeza de que no me viera, por las revistas que veía sabía que las medias lo trastornaban.
    
    Cuando cumplí 18 años, decidí que era el momento de demostrarle a mi abuelo que ya era una mujer deseosa de sexo, un sábado le pedí permiso para salir con mis amigas pero realmente lo que hice fue simular una borrachera, me lleve ropa extra, como eran unas medias de red, una tanguita de hilo, una falda súper corta y una playera pegada… fui a un bar a cambiarme y a tomar unos tragos para que mi plan tuviera sentido. Dando las 11 de la noche le marque a mi abuelo y le dije que estaba muy borracha para regresar a la casa que por favor me fuera a buscar, mi abuelo llego en cuestión de minutos bastante molesto y se enojó más cuando me vio vestida así… simule que no podía mantenerme en pie por lo que le pedí que me ayudara, aproveche para recargarme y recargar mis tetas en su cuerpo. Subimos al coche y la falda ...
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