Todas las dudas caen cuando se enciende la luz
Fecha: 07/07/2021,
Categorías:
Hetero
Autor: Elegos, Fuente: CuentoRelatos
... ver qué tal.
Dicho y hecho, esa noche nos acostamos juntos. Y la verdad es que no nos cortamos un pelo. Él se acostó con unos calzoncillos tipo bóxer de licra muy ajustados y yo con mis pantalones cortos de fútbol que utilizo siempre. Estuvimos hablando bastante rato sobre temas tontos. Finalmente, no quedamos callados y le di las buenas noches.
—Chiqui, ¿te puedo hacer una pregunta?— me dijo él al cabo de un rato.
—Eso ya es una pregunta— le conteste, y añadí —Venga va, suéltalo.
—Chiqui, ¿tú has estado alguna vez con un hombre?
—Estar, ¿cómo?
—En la cama, digo, bueno tú ya me entiendes. Algo gay, no sé
Me pilló de sorpresa la pregunta. No esperaba que él tuviese dudas. La verdad es que estuve tentado de contarle una mentira o de decir cualquier cosa. Pero hace tiempo que solo utilizo la verdad y se lo conté. Le conté como con 16 años un amigo y yo tuvimos algunas experiencias tontas, nunca llegamos a la penetración porque a él le dolía mucho. Pero sí hicimos sexo oral. Luego después del divorció tuve un par de experiencias, pero solo una vez con cada uno. Fueron encuentros esporádicos en los que no nos dijimos ni el nombre. Finalmente le pregunté por qué me hacía esa pregunta.
—Es que… no sé. Me gusta ligarme a las chicas, es fácil. Y siempre acabo en la cama si quiero. Y disfruto, me corro; pero… no sé. Es raro, pero no me siento totalmente satisfecho, creo que tiene que haber algo más—. Y añadió— Pero no soy maricón, ni lo he dicho para que me ...
... empotres contra el cabezal, chiqui. Solo quería saber si, no sé, si hay algo más.
—Bueno, ya te lo he dicho. Ahora tienes algo en que pensar. Tampoco estaba pensando en empotrarte ahora mismo. Al menos no hasta que te duermas.
— Jajajaja ¡Qué cabrón, chiqui! Oye, ¿sabes? Nos podíamos hacer unas pajas. Escuchar tus historias me ha puesto tonto.
—Vale— le dije. Y se levantó y fue por el papel higiénico al aseo. Al volver se quitó los calzoncillos y se metió en la cama. Y apagó la luz. Con dudas al principio cada uno cogió la polla del otro. La verdad es que tenía una buena tranca. Gorda, de unos 22 cm y estaba muy suave, casi no tenía vello. Bueno no tenía vello en casi ningún lado.
Estuvimos un buen rato pajeándonos. En un momento dado, se movió y se me escapó su polla. Debí de hacerle daño, porque se quejó. Encendí la luz y le pregunté. No había sido nada solo la brusquedad del movimiento. Se la volví a coger y seguí con la faena.
—Deberías apagar la luz— Me dijo en un momento dado y giré la cabeza con lo que establecimos contacto visual.
—Deberías haberla apagado— me volvió a decir susurrándome, si apartar la vista el uno del otro. Sus ojos estaban inyectados de pasión. Era evidente que tenía una lucha interna y la estaba perdiendo. Cada vez acercaba más su cara a la mía mientras susurraba sin parar que apagara la luz. Lo miré y dejé que perdiera su lucha interna sin evitarlo de ninguna forma. Más bien creo que hice lo contrario le pajee con extrema suavidad y ...