Celos
Fecha: 07/07/2021,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... deduzco.
_ Lár-ga-te y no me llames. Le dije deletreando la palabra en silabas mirándolo severa
_ Y qué vas hacer con esa loca.
_ A ti no te importa.
_ Puedo llamar a seguridad ahora mismo, no tiene porque interrumpir nuestra intimidad.
_ No te molestes, ha roto mi intimidad no la nuestra, además esta buscando a su marido._ Se quedo como intentado hablar, nervioso, alterado, no sabía que hacer o decir.
_ Lárgate Eduardo antes de que me arrepienta de haberte conocido._ Contrariado se fue.
Cerré la puerta con llave porque Cristina y yo íbamos a tener muchas cosas en común está noche y ella me iba a pagar una a una las groserías y disgustos que me había ocasionado durante estos dos meses, pero lo de hoy había sido definitivo, había sido la gota que colmaba mi copa.
Esta noche a Cristina no se le iba a olvidar jamás.
Al no encontrar a mi marido estaba más que frustrada, me había equivocado no era ella, mis paranoias me volvieron a precipitar, la veo venir, no pretendo disculparme, no me importa se lo tiene bien merecido y con gestos y palabras se lo hago saber ella solo me mira, intento irme y una bofetada atraviesa mi cara de lado a lado, me defiendo pero me esquiva, otra y otra vuelven ha hacer blanco en mi semblante, siento mis mejillas ardiendo, coloradas, le tiro algún que otro golpazo al azar la alcanzan y siento que le duelen, me duelen las manos nunca había reñido con una chica pero ella no se detiene, lo mejor será irse, pero al salir siento ...
... que su cuerpo me impide la salida y me obliga a retroceder y con fuerza brutal me tira contra la cama entre mi estado de embriagues y el susto, le chillo.
_ Que haces Zorra, quien te has creído que eres negra inmunda, voy hacer que este atrevimiento tuyo lo pagues por el resto de tus días. _ estoy indinada pero a la vez muy asustada aquella mujer estaba enfurecida y a mi no se me ocurría otra cosa que ofenderla
_ Has acabado con mi noche romántica, me has estado molestando durante casi dos largos meses, y ahora te arrojas el derecho a venir a mi habitación y en cima vejarme, pero quién coño te crees tu que eres pija de mierda.
Esa frase me enfurece, es la que acostumbra a decir mi marido, le digo varios insultos más y ella trepa sobre mi cuerpo como una gata rabiosa, forcejeamos pero se nota que mi estado de embriagues me hace más débil que ella, me inmoviliza completamente, se sienta sobre mi y poniéndome los brazos por encima de la cabeza me los ata a la cama, sigo gritándole ofensas, pero mete en mi boca una bragas y luego me amordaza; Gabriela la miro frustrada, inmóvil, solo intentando en su mudez decir algo inaudible ato sus pies a la cama y se le ocurrió esa idea morbosa, algo totalmente nuevo para ella y seguramente para la moralista de Cristina que se veía perdida, por aquella mujer ciega de ira, estaba demasiado bebida; vio cuando tomo su cartera llena de Euros y pensó ahora me roba la infeliz, que asquerosa, pero no fue así, Gabriela salio al primer Sexoshop ...