El día que cambió mi vida (Segunda parte) - Relatos Eróticos

El día que cambió mi vida (Segunda parte)

... de piedra donde me senté a observar.

Había mucha gente jóvenes, maduros, tercera edad como yo y me gusto, también vi que sin pena se hacían de todo, faje, sexo oral, penetración, yo solo veía para todos lados embobado, algunos se me acercaban y querían tocarme pero yo no lo permitía pues aún me daba mucha vergüenza hacerlo en público, sólo me limitaba a observar.

Tenía ganas de tirarme en el suelo para descansar, pero como no veía que nadie lo hiciera no me atrevía, me armé de valor y quitándome la toalla de la cadera la puse en el suelo y me tiré boca abajo, mis nalgas quedaron libres al aire y vi que todo mundo se me quedaba viendo, no hice caso acomodé mis brazos y poco a poco me fui quedando dormido.

Estaba yo muy a gusto cuando de pronto sentí que algo penetró mi culo y empezaron a cogerme, el dolor era muy fuerte y trate de voltearme para defenderme pero la persona me tomó de los brazos y me los dobló hacia atrás, quedé indefenso debido a la poca fuerza de mi lado derecho, me enculó a placer y así me tuvo durante al menos unos 15 minutos, media hora tal vez hasta que gimiendo y gritando se vació dentro de mí, me dio dos fuertes nalgadas y se salió, quedé adolorido de mi culo y de mis brazos y traté de levantarme pero otro tipo me obligó a regresar a la misma posición.

De nuevo me penetraron a la fuerza doblando mis brazos hacia atrás lastimándolos más, el tamaño de la verga que me cogía no era tan grande como la anterior pero me hizo recordar viejas ...

... sensaciones, afloje el cuerpo totalmente y me abandone al placer, al darse cuenta de mi rendición me soltó los brazos y me abrazó comenzando a tocarme los pechos las nalgas y abrazarme con fuerza, con calma disfrutando mi cuerpo a su antojo hasta que estrujando mis senos inundó mi Interior de sus líquidos y me besaba la nuca, duro un rato dentro de mi hasta que me la sacó y mi culo se sintió huérfano de nuevo.

Me quedé inmóvil otro rato y luego me di la vuelta, mi ano comenzó a escurrir todo el semen del que estaba lleno, abrí los ojos y alguien estaba junto a mí, era un joven que me miraba y se masajeaba la verga con ansiedad, se agachó y hablándome al oído me pidió permiso para cogerme, me dijo que le gustaban los maduros gorditos y de bigote como yo y que mis nalgas lo volvían loco, que él no quería forzarme como los otros, que me trataría con delicadeza como a una mujer.

No sé qué pasó me agradó mucho su gesto y le dije; Si, mi rey, haz lo que quieras. Me beso en la boca con desesperación y se subió encima de mi, yo respondí a su beso apasionado y lo dejé hurgar en mi boca con su lengua, mientras me besaba apretaba mis senos y mis tetas, restregaba su pene entre mis piernas y me empezó a calentar, luego beso mi cuello, mis pechos, empezó a cogerme la panza mientras me decía; que rica estás mi vida, que tetas, que nalgas tienes, quiero tu culito, hacerte mia, preñarte, darte placer, ser tu dueño.

Yo enloquecí y me sentí en ese momento una mujer que se entregaba a su ...