Era caprichosa, mimosa y traviesa (Parte 3)
Fecha: 11/11/2017,
Categorías:
Transexuales
Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos
... yo soy cura.
-Calla y hazle a sor Patricia lo que me haces a mí. Seguro que le gusta.
Fermín cogió debajo de la cama una zapatilla con forma de conejo peludo y con piso blanco de goma, le levantó el hábito a la monja y al ver su culito blanco, le dijo a su hijo:
-Parece una monja de verdad.
-¡Y lo es, hijo puta! ¡¿Desde cuándo juegas con mi hija?!
-¡No jodas¡ ¡¿Es una monja de las de verdad?!
-No me contestaste.
No le iba a contar. Le dijo a sor Patricia:
-Soy tu ángel de la Guarda. Te me has descarriado. ¡Mala!
El viejo le dio con la zapatilla en las nalgas a la monja.
-¡¡¡Plas, plas, plas!!!
Después de darle dos veces en cada nalga, se las lamió, le besó el periné y el ojete, y acto seguido se lo folló con la punta de la lengua.
-¿Quieres purgar todos tus pecados?
-Sí, castígueme más.
El viejo le volvió a besar y a lamer las nalgas y a chupar y a follar el ojete con la punta de la lengua mientras la polla de Félix entraba y salía de su coño. Cuando más lo disfrutaba, le dio otra vez con la zapatilla.
Sacó la polla. No era un "pichón", era un pichín, pequeño y delgado, Sor María, al verla, y antes de cogerla, meterla en la boca y mamarla, sonriendo, le dijo:
-¡Qué ...
... bonita!
Mientras se la chupaba, Fermín siguió follando el ojete de sor Patricia con su lengua y azotándole el culo con la zapatilla.
Merí, celosa de los zapatillazos, le puso el culo en posición a su abuelo. Fermín le comió el coño, luego le folló el ojete con la punta de la lengua, y después le preguntó:
-¿Quieres que te caliente el culo, muñequita?
-Sí, Pichón, sí.
A Fermín lo comían los demonios cuando lo llamaban por su apodo.
-¿¡Pichón?! ¡La madre que te parió! ¡¡Las quieres llevar fuertes!!
-¡¡¡Plas, plas, pas!!!
Mery, masturbándose, quería más.
-¡Más, abuelo, más!
El viejo le dio más y más fuerte.
Mery ya echaba por fuera.
-¡Cómemela, cómemela, cómemela!
El viejo le comió el coño y Mery se corrió en su boca.
Sor Patricia, gemía. Sus gemidos ya eran de pre orgasmo. Fermín se la clavó en el culo. Sor Patricia comenzó a correrse. Inundó con su flujo vaginal los cojones de Félix. Con el placer que le produjo el orgasmo de la doble penetración, perdió el conocimiento, y lo perdió en el momento en que Félix le sacaba la polla para correrse en su vientre y Fermín le llenaba el culo de leche.
La cosa siguió. Hubo... ¡Fiesta, fiesta, fiesta!
Se agradecen los comentarios buenos y malos.