-
Cómo pasó, lo que pasó...
Fecha: 01/08/2021, Categorías: Confesiones Autor: pompita, Fuente: CuentoRelatos
... erótico juego de hacerse desear y torturarnos con la incertidumbre de una aceptación que dilataban. ¡Reían las muy cochinas! Nosotros, ardiendo cada vez más en la segura certeza que ellas sí también querían sexo, íbamos creciendo en calenturas y ese deseo como animal, y no dejábamos de mirar aquel manchón negro y extenso del boscaje donde obviamente, sería el lugar a donde a saciar nuestras ganas, con ellas iríamos. Ellas, viéndonos hacia allí repetidamente mirar, reían y nos decían que no fuéramos impacientes, y que supiéramos aguantar, "que del aguante...vendría después la mayor carga para mejor descargarnos". Todavía, sabían gastarnos esas crueles mofas, burlándose de nosotros con carcajadas que de inmediato entre las catorce coronaban. Entre nosotros, y sin que ellas lo pudieran oír, nos decíamos cuando ello podíamos: -"¡Les vamos a romper cuánto agujero tengan, y las vamos a rellenar de leche, por putas!!!" Continuamente estaban llevándose a la boca caramelos, y nos convidaban también en continuos ofrecimientos que, como ellas, devorábamos unos tras otros. Nuestra impaciencia era ardientemente feroz, y ellas reían demorando el "vamos" que tanto anhelábamos de sus bocas oír. Uno de nosotros, en tal estado de ardor y nervios no conseguía abrir el envoltorio del caramelo que hasta una vez tras otra se le caía de las manos, y ellas reían a carcajadas por tal cuestión, y hasta ellas mismas hacían por él el trabajo, hasta colocárselo ellas mismas también, ...
... adentro de la boca. Como indignados, los demás mirábamos aquello. Ellas… reían. Los nervios y la creciente ansiedad ardiente, nos iba poniendo a todos en igual torpeza, y como a aquél primero, también a todos, los nervios y la ansiedad y una calentura ya como monstruosa, nos impedía poder manipular aquellos caramelos. Ellas, eran ya un coro de reír y mofarse de nosotros, ayudándonos como al otro, del que todos minutos antes tanto nos indignábamos. -"¡Vamos, chicas...! ¡por favor ya no demoremos más y vaaaamoooos!!!" -Fue la imploración ya casi llorando de varios invitándolas por enésima vez a ir hasta el bosque a vivir nuestra orgía, y ellas, riéndose como sin parar y mirándose entre todas a las risas, nos respondieron para felicidad sin par de nuestros oídos: -"Bien...ahora sí... ¡VAMOS!" Como poseídos por una ansiedad salvajemente feliz, salimos con ellas hasta corriendo hacia aquel bosque mientras ellas en la carrera, reían con un reír extasiado y diciéndonos mientras corríamos: -"¡Corran, chicos...corran más fuerte!!!" Corríamos más fuerte como nos pedían, y nuestra ansiedad y nervios nos hacía sentir aún más torpezas en nuestros brazos que los sentíamos como pesados y bamboleándose en nuestro correr, como cosas muertas y sin poder controlarlos en sus movimientos colgándonos sin obedecer a nuestra mente al querer moverlos. Aquel correr hacia el bosque, acentuó aún más aquellas sorpresivas parálisis que sólo en nuestros brazos así se había presentado ...