1. Cómo pasó, lo que pasó...


    Fecha: 01/08/2021, Categorías: Confesiones Autor: pompita, Fuente: CuentoRelatos

    ... de manera rápidamente progresiva en nosotros, hasta que ya adentro del bosque... ¡nos era imposible mover nuestros brazos!
    
    ¡Todas ellas, eran un constante reír en coro de carcajadas!
    
    Ya habiéndonos ellas llevado en la carrera hasta un engramillado enorme allá bien adentro de aquel boscaje, se detuvieron con nosotros allí jadeantes y sintiendo como muertos nuestros brazos que no podíamos mover, comenzaron a decirnos mientras no paraban de reír y reír:
    
    -"¿Chicos...qué les pasó???"
    
    -"¡A.… a.… ay... ayyy, no podemos mover los brazos! ¿Qué nos está pasaaaandoooo???" Exclamó uno de nosotros, para que un coro de carcajadas de ellas todas, estallara estridente.
    
    Burlonas y sin parar de reír, nos decían mientras ya, comenzaban a actuar al modo que actuar querían:
    
    -"¿Peeereoooo...no pueden desnudarse para comenzar la orgía??? ¡Nosotras los ayudamos!!!"
    
    Y ya, sin demoras y actuando todas con rapidez asombrosa, comenzaron a desnudarnos dejándonos rápidamente así a todos completamente desnudos, para de inmediato proceder con total facilidad, a maniatarnos atando nuestras manos con sus medias, sostenes, y todo cuanto sirviera para amarrar nuestras manos a nuestras espaldas, detrás.
    
    ¡Y comprendimos!: Las muy cerdas, nos habían drogado con aquellos caramelos, provocándonos esas parálisis en los brazos, para poder dominarnos a su antojo, ¡cosa que lograron con total éxito absoluto!
    
    ¡Caímos, como verdaderos idiotas!
    
    Sí: ¡Nos habían capturado a todos juntos! Y ...
    ... aquella droga además de tener ese poder de paralizarnos los brazos solamente, tenía también el afrodisíaco poder de exacerbar los sentidos sensoriales del cuerpo masculino multiplicando por millones las sensibilidades de toda la piel y el cuerpo entero, haciendo que el menos rose o toquecito uno lo sintiera como la más monstruosa cosquilla enloquecedora que electrizaba el cuerpo entero en vibraciones eróticas que lo volvían como loco a uno al sentirlas.
    
    Sádicas y en un reír a carcajadas de todas, comenzaron a torturarnos probando en nuestros cuerpos desnudos sus más sutiles toquecitos arrancando en nosotros verdaderos alaridos de desesperación y un corre inútil tratando de huir de ellas que nos corrían capturándonos y haciéndonos sentir con el contacto de sus manos atrapándonos, verdaderos cataclismos de cosquillas inenarrables que nos hacían quedar gritando y pataleando en el lugar donde habíamos sido cada uno capturado.
    
    Sus dos manos cosquilleando nuestros cuerpos entre sus carcajadas y risas, arrancaban de nosotros un general berrinche de gritos desesperados aullando en una demencial expresión de guturalismos y gemidos, bramidos y suspiros, largos gritos y un sin fin de mil sonidos que evidenciaban la locura en la que nos estaban entrando.
    
    Cuando atraparon nuestras vergas como garrotes y fuego, y sus manos jugueteaban con nuestros huevos como melones de tan crecidos y la leche bulléndoles dentro, ahí...todos éramos un masculino coro grotesco de las más insólitas y ...