Nadia, mi encule persa 4
Fecha: 02/08/2021,
Categorías:
Hetero
Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
... cuerpo se estremece con un sorprendente espasmo de su segundo orgasmo en su vida:¡Te amo¡- me dijo en persa, su idioma materno.
No sé si todos somos igual o pensamos igual en esta materia, pero para mí no hay nada más exquisito que observar a una mujer y en especial a la mujer que uno ama experimentar la fuerza y el placer de un orgasmo. Sentir como Nadia disfruta de este placer solamente hace que el mío pueda ser tan explosivo como el de ella. Veo como tímidamente se recupera y vuelve a decirme:¡Te amo! - Esta vez en el idioma de Shakespeare, y veo el brillo de sus ojos que desean perder su timidez y quererme besar, pero nuestra experiencia sexual ha sido corta y todavía no hay lazos de confianza que solamente el tiempo puede ayudar a tener, y mi rostro está lleno de sus jugos vaginales que no me atrevo a que ella me bese de esta manera; todavía en estos juegos de cama, no conocemos lo que es confortable para los dos.
Me levanto, voy al baño del cuarto de hotel, me lavo rápidamente con agua y jabón y regreso de nuevo donde Nadia todavía yace acostada, todavía con su calzón puesto. He llegado, y le he tomado de la cintura, le he levantado tomándola de sus hermosos glúteos y removido aquella ultima prenda y por primera vez en su vida se encuentra completamente desnuda ante un hombre, el hombre que ella ama y que le ama.
Me acuesto a la par de ella, yo sigo con mi ropa interior bóxer empapada de mi líquido seminal. Nadia lo ha visto mojado y donde puede ver que mi ...
... pene está totalmente erecto. Nos besamos y ella por primera vez me ha besado elárea pectoral. Con sus manos masajea mi espalda, pero creo que queda paralizada, pues el tener por primera vez un cuerpo desnudo no sabe cómo manejarlo. Debo de recordar al lector, que a finales de los ochentas cuando vivo esta historia, no teníamos la informática de la que gozamos hoy. Yo siendo hombre, por aquellos tiempos era un tabú las revistas y películas pornográficas, que era un tanto trabajoso y penoso obtenerlas: incluso, el ir a comprar condones me parecía una odisea.
Ahora yo estoy acostado sobre mi espalda y Nadia se recuesta sobre mi pecho y sigue con sus manos jugando con los vellos de mi pecho. Sé que no se atreverá a nada si yo no se lo pido. Hay pausa y de alguna manera encuentro el valor y le he pedido que me quite miúltima prenda de vestir y ella lo hace como una niña que de alguna manera debe obedecer. Lo toma de la cintura y hala hacia abajo y mi pene se ha liberado, está completamente expuesto ante los ojos de Nadia, que, aunque la luz es limitada, sé que ella puede ver la silueta de mi miembro. Se vuelve a acostar a la par mía y esta vez yo guio sus manos para que haga contacto con mi pene. No hay palabras, solamente un silencio acompañado de un tímido masaje de principiante por el tronco de mi verga. Sus pequeñas manos se han empapado de mi líquido seminal y aquella faena se hace más placentera. Nadia recorre sus manos hasta mis huevos y los vuelve a recorrer hasta mi ...