1. Sueños


    Fecha: 02/08/2021, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... hombros.
    
    Bajando por su piel despacio por debajo de sus brazos, las suaves axilas y suya duros pechos cónicos, las pecas de su escote y entre sus tetas. Mi lengua humedecía su vientre jugaba con el pircing de su ombligo. Le di la vuelta boca abajo en mi colchón para empezar con su nuca y bajar por su espalda hasta el durísimo culo. Deseaba lamer ese ano, le tenia tantas ganas, al abrir por fin sus nalgas y descubrirlo mis ganas aumentaron.
    
    Clavé mi cara entre las nalgas y la lengua en el cerrado aro musculoso. Era el primer beso negro que hacia y además a otra chica pero parecía que no se me daba mal del todo a juzgar por sus gemidos. Creí que su sabor seria peor pero olía a sudor limpio y me encantó jugar con su ano haciéndola disfrutar. Tiré de su cadera hasta ponerla a cuatro patas y por fin tuve a mi alcance el primer coño que iba a lamer en mi vida. No quería que se diera cuenta de que era primeriza, ya se lo contaria después, puse en la tarea el mayor empeño que pude.
    
    Solo hice lo que me gusta me hagan a mí clavé mi legua entre sus labios follándola con la lengua y chupando su ...
    ... clítoris como un caramelito delicioso. Su sabor me embriagaba aunque no era desconocido del todo, infinidad de veces me había lamido mis dedos cuando me masturbaba. No me cansaba de saborearla, su vulva era una fuente que manaba directamente a mi boca y me estaba encantado, era aun mejor que en esos sueños húmedos.
    
    Follándose Sus suspiros ahogados en mi almohada y sus tetas clavadas en mi colchón. Me estaba gustando provocar esos orgasmos en una mujer y no me cansaba de lamerla. Fue ella la que me pidió una treguad desplomándose sobre las revueltas sábanas. Cogió mi cara entre sus manos para besarme con ternura. Seguro que notaba su propio sabor en mi lengua y tumbadas lado a lado nos acariciamos contándonos por fin algo mas que nuestros nombres.
    
    Pude contarle al fin que ella era mi primera chica y ella me tranquilizó diciendo que lo había hecho muy bien. Ella por supuesto no era nueva en esas lides aunque como yo estaba sin pareja en ese momento. No es que pensara en liarme con ella pero desde luego estaba dispuesta a repetir si ella quería incluido lo de los pies que me había encantado. 
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