1. Mi mujer y yo, 2 putas


    Fecha: 09/08/2021, Categorías: Transexuales Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... señal de que ya estaba entrando en confianza. Se trataba de un chico con cuerpo normal y con señales de que hace ejercicio por lo fuerte de sus brazos y por los pectorales que saltaban a la vista. Atractivo para mi gusto y, además, guapo. Me sentí feliz de llevar conmigo a mi hombre, el que me penetraría justo en unos momentos, sentía un cosquilleo en mi cuerpo. Quería comérmelo ya, pero había que esperar hasta estar dentro de nuestra habitación. Llegamos y le dije que se pusiera cómodo. me fui a darme un baño y a empezar con mi evento de transformación, de mi bolsa saqué una blusa negra, una falda corta con vivos verdes, una panti roja y ligueros negros, un brasier negro y una peluca corta al cuello en color negro. Me puse las zapatillas y el labial rojo y salí para que me viera mi macho. -Te ves bien bonita-cambiaste de hombre a mujer. Realmente en ese momento me sentía transformada por completo. Estaba vestida como me gusta vestirme y ante la mirada fija de mi hombre. -¿Te gusto?- le dije en espera de que me admirara como yo quería y que me dijera algo que me hiciera sentir halagada de lo que había hecho, vestirme para él. -Si, mucho. -Ven aquí- le dije al tiempo que se sentó en un sofá donde yo estaba y empecé a acariciar su cuerpo, a pasar mis manos sobre su hombro, su espalda y su pecho, enseguida bajé mi mano derecha a su pene cubierto por un short, lo froté delicadamente y vi como respondía a mis caricias manuales poniéndose erguido. Lo trasladé a la cama y le quite ...
    ... el boxer, mismo que no cedía por el bloqueo que hacía ese miembro que apuntaba hacia el frente, resistiéndose a dar paso al boxer, el cual finalmente cedió. Él me tocaba las piernas y pasaba sus manos por mis pechos, por mis nalgas y enseguida se incorporó para besarme los pezones, sintiendo un placer indescriptible que me hizo gemir de placer. Estaba siendo excitada por mi macho. Lentamente le acaricié su miembro, el cuál estaba duro y erguido, pero con cierta curvatura que me agradaba y con mi boca y lengua empecé a acariciarle las piernas, luego los testículos, en forma lenta, sin dejar un centímetro de su piel sin besar. Llegue a sus testículos y los metí a mi boca uno a uno enjugándolos de saliva. Yo estaba excitadísima y él también. Sabía lo que venía. Me metí ese trozo de carne a mi boca, lentamente desde los testículos hasta la punta, volvía a hacerlo una y otra vez y después lo metí en toda mi boca, sintiendo como llegaba hasta la campanilla y haciendo una que otra arcada. Era un ritual por demás espectacular, que me hacía vibrar en todo mi ser y que me hacía sentir como una verdadera niña, que estaba ahí vestida y lista para disfrutar a mi chico. Sintiendo que la excitación ya no se soportaba y que había que darle toda la satisfacción a mi cuerpo me dispuse a desenvolver el preservativo, el cual lo coloqué en mi boca y como si se tratara de una profesional lo fui desenrollando en el miembro de mi chico, sin utilizar mis manos, me sentía plena haciendo ese artilugio, ...