1. La reeducación de Areana (10)


    Fecha: 09/08/2021, Categorías: Voyerismo Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... tenés súper caliente, bebota…
    
    -Bueno, me voy… Hasta pronto, señora… -saludó la niña y se retiró del local mientras la librera empezaba a mojarse.
    
    Instantes después, Elena era informada por la niña sobre lo ocurrido en la librería y de inmediato llamaba a Amalia:
    
    -Bueno, ya la pendeja estuvo con esa hembra, le contó su situación y quedaron en que va a llamarte.
    
    -Perfecto, hemos empezado el proceso de emputecimiento de Areanita.
    
    -Todavía estoy esperando que me cuentes.
    
    -Ya te voy a contar mis planes, no seas ansiosa. Y ahora te dejo porque tengo una llamada entrante. Debe ser la librera.
    
    -Después contame.
    
    -Sí, hasta luego. –cortó Amalia y atendió esa llamada entrante:
    
    -Hola… -dijo la librera y tras el hola de Amalia explicó nerviosamente quién era y por qué llamaba.
    
    -Sí. –respondió Amalia. –Elena me adelantó su interés por Areanita y no va a haber problema en que se la prestemos.
    
    -Le pregunto algo…
    
    -Sí, adelante.
    
    -Ese… préstamo… ¿va a tener algún costo para mi.,, Quiero decir si…
    
    -Ningún costo. Areana no es una prostituta sino una chica de mi propiedad con la cual hago lo que se me antoja. Marta es su nombre, ¿verdad?.
    
    -Sí…
    
    -Bueno, Marta, en este caso lo que se me antoja hacer con ella es prestársela.
    
    Del otro lado se hizo un silencio y luego la mujer dijo:
    
    -Bueno, está bien, y… ¿cuándo podré tenerla y por cuánto tiempo?...
    
    -Cuando usted quiera y por dos horas.
    
    -¿Podría ser esta noche? Vivo atrás del local. ¿Tengo que ...
    ... ir a buscarla?
    
    -Sí, no quiero que la pendeja ande sola por la calle y menos de noche. Anote la dirección de Elena y su teléfono. Termine de arreglar con ella.
    
    La librera anotó esos datos con mano que temblaba de ansiedad y tras despedirse de Amalia llamó inmediatamente a Elena y convino con ella que pasaría a buscar a la sumisita a las diez de la noche para devolverla a las doce.
    
    Elena le dio de cenar a las ocho, en la cocina, donde la niña comió de sus cuencos en cuatro patas. A las nueve hizo caca y Elena, después de ordenarle que se limpiara el culo inicialmente en el bidet, le aplicó una enema con la pera de goma, disfrutando de ese menester que la excitaba mucho y excitaba también a la perrita. Llenó la pera de agua tibia, puso vaselina en la punta y un poco también en la diminuta entradita y mientras Areana gemía de goce fue introduciendo lentamente la punta, deleitándose con la reacción de la sumisita, que así penetrada empezó a mover sus caderas y de pronto pidió entre jadeos:
    
    -Por favor más, señora Elena… Por favor… le ruego más…
    
    Elena lanzó una carcajada de satisfacción y dijo mientras con la mano libre sobaba las deliciosas nalguitas de la niña:
    
    -Ya dentro de un rato con Marta vas a tener más, putita… Estás caliente, ¿eh, perrita en celo?...
    
    -Sí… Sí, señora Elena… Esa cosa en mi cola me vuelve loca… Ese líquido entrándome me… no sé, me molesta, me hace sentir hinchada por dentro, pero… no sé… me excita… todo esto me excita mucho…
    
    -¿Sabés por ...
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