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43.4 De visita en Dunkerque
Fecha: 16/08/2021, Categorías: Confesiones Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... iluminada por la luz del día, me asomé a la ventana y me alegró ver que lucía el sol entre las abundantes nubes que le permitían aparecer tímido de vez en cuando. Gonzalo estaba aún dormido y no quise despertarle, me deslicé de la cama y fui al cuarto de baño. No tenía ropa que ponerme a mano y me coloqué una camiseta larga de Nico que utilizaba para estar en la cama, me llegaba hasta cubrir la parte superior de mis nalgas, suficiente para estar en la habitación haciendo mis labores, tenía que empezar a meter mis cosas en la maleta. Cuando volví a la habitación continuaba durmiendo, sin hacer ruido coloqué mi maleta sobre el puf rígido que había delante del gran espejo y comencé a realizar el trabajo más desagradable de todo el viaje, llenar la maleta para la vuelta. Percibí movimientos en la cama y me giré, había despertado y me miraba curioso con una sonrisa granujienta que le hacía parecer un lobo queriendo comer a su presa. Me acerqué para darle un rápido beso, intentó cogerme, pero estaba apoyado sobre sus codos elevando su cabeza y no le dio tiempo, escapé riendo alegremente. -¿Qué estás haciendo tan temprano? Vuelve a la cama conmigo. –me tentó como si fuera el diablo, pero pensé que no. -¿Sabes la hora que es? Las diez de la mañana, quiero que demos un paseo antes de comer y el día está tan bonito. Tenemos que preparar el equipaje para dejarlo en recepción. –le miré y parecía decepcionado. -¿Ya se terminó?, ¿tan pronto? -se colocó de costado ...
... sosteniendo su cabeza en su mano, no parecía que tuviera prisa en levantarse y tiré de la sábana que le cubría para destaparle, como todas las mañanas debía tener ganas de ir al baño, su polla lucía preciosa con el glande oculto por el pellejo del prepucio, pero ya bien dura y apetecible. Dejé de mirarle y volví a mi trabajo, estaba agachado, doblando con cuidado mi nuevo jersey y envolviéndolo en el papel de seda, se colocó detrás de mí, no le había escuchado, fue su calor corporal el que me informó de su presencia, me abrazó pasando sus brazos por mi pecho y sus manos en mis pectorales por encima de la tela, su pecho sobre mi espalda y su esponjosa verga entre mis nalgas. Me di cuenta de mi desnudez cuando su polla entró en contacto con mi piel. -Estas provocándome con tu culo, ¿no te das cuenta?, ¿siempre estas así vestido? -se apretaba mucho contra mí y bajo sus manos a mi abdomen para apretarme más aún. Intenté levantar mi cuerpo y ponerme recto, mordió mi espalda con la camiseta, curvó su cuerpo para que su pene, ya consistente, picara entre mis piernas intentando meterse entre ellas, las separé un poco, apretó su culo y la metió, tenía sus pelos acariciando mis nalgas y la bolsa de sus testículos pegando en mis muslos. Intenté colaborar con él abriendo más mis piernas, bajo sus manos de mi cintura hasta mis muslos y apretó para que no los abriera, su verga estaba cada vez gorda y dura, permanecía sin hablar mientras él jadeaba en mi espalda, tiró de mi ...