El culito de Julieta y el de su mamá
Fecha: 16/08/2021,
Categorías:
Intercambios
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
Yo estaba a mis anchas, Sofía estaba enloquecida por el sexo que manteníamos casi a diario. Me la chupaba un largo rato, luego su conchita me hacía los honores y finalmente su rotundo culo albergaba mi verga hasta los huevos. Julieta se anexaba en cuanto podía, ya era capaz con la práctica de recibir en su conchita tres cuartas partes de mi pija. Esto era cosa de todo momento libre de su Mamá. Karina, esa morocha que estaba para partirla al medio. Un culo precioso, turgente, durito y bien parado. A pesar de tener sexo casi todos los días con sus hijas, me seguía masturbando pensando en esas tetas, esa boca de labios gruesos, una locura para mi libido. Y para colmo venía a trabajar en unas calzas de lycra muy ajustadas, se le notaban bien los labios de esa conchita que parecía depilada, pero gordita. Debía ser una delicia si era como las de sus hijas. Y finalmente pude darme el gusto de probar toda esa humanidad. Mis padres finalmente habían avisado que se quedarían una semana más en el campo, que le avisara a Karina que por favor se encargue de la casa y si quería para que sea menos trabajoso, que se quedaran a dormir en nuestra casa, de esa forma podrían estar cómodas y además cuidar del boludo de su hijo, que seguro estaría haciendo cualquier cagada. Karina me defendió diciéndoles que me había portado muy bien, que sus hijas estaban muy contentas, y que no habría problemas. Ella se quedaría a hacerme compañía. Obviamente cuando cortó de hablar con mi madre, me mira y me ...
... larga, mira pendejo, acá se hace lo que yo diga ahora, tengo el mandato de tu madre. Así es que anda a limpiar la pileta, corta el pasto del jardín y saca la basura para que se la lleve el basurero. Sofía te ayudará. Y junto a mi compañera de sexo salimos para el patio, ella en bikini y yo en short de baño, limpiamos la pileta y aprovechamos a meternos al agua, estaba perfecta. Sofía ni lerda ni perezosa, se me arrimó y poniendo su culo arriba de mi verga, me dice, como me gustaría una metidita y bajándome el short liberó mi rabo que ya estaba pronto. Le bajé la bombacha y en medio del agua sin esperar más, se la metí toda de golpe, fue tal el empuje que la saqué casi en su totalidad del agua. Pegó un gritito, pero luego se apoyó en la pileta y se banco una cojida bien mojada. Era una máquina de coger. Antes de que pudiera acabar, ella ya lo había hecho dos veces. Cuando me estaba por venir se la saqué y la hice agachar, finalmente le eche la leche en su boca, ella lo recibió gustosa y hambrienta de más. Como su madre podía sospechar de no vernos salimos a la calle a dejar las bolsas con basura. Karina ya había preparado la comida y la mesa estaba servida. Nos sentamos los cuatro a comer, Julieta como siempre al lado mío, y enfrente Karina y Sofía. La verdad es que en los últimos días, a Sofía las tetitas le habían crecido un montón. Julieta no dejaba de tocarme con su piernita, y yo al tener a su madre enfrente, no atinaba a nada. Tenía miedo de que descubriera la cercanía y ...