1. El culito de Julieta y el de su mamá


    Fecha: 16/08/2021, Categorías: Intercambios Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... acometí, en el primer inteto entró la mitad y al segundo caderazo le metí los 23 cms. chocando con su útero. Gimió y me arañó las nalgas. Se la saqué toda y de una la volví a empernar. Tenía la cueva estrecha en serio, muy apretada, pero estaba tan lubricada que yo sentía rozar la cabezota contra las paredes de la vagina. Ella tenía los ojos cerrados y me abrazó con sus piernas, me empujaba cada vez más adentro de ella. Estuvimos así como cinco minutos, yo le daba caña larga, se la sacaba toda y volvía a metérsela toda, hasta el fondo. Cada embate era un quejido de gozo de Karina. Pasado el momento inicial, se la saqué y la hice ponerse a cuatro patas de frente al sillón, y se me apareció ese hermoso culo, redondo, ya sn nada que se interpusiera entre el y mi pija. La ensarté hasta los huevos, machaca que te machaca. Ella empezó a gemir más fuerte y volvió a acabar dos veces. Para esto le ensalibé el agujerito del culo, le metía el dedo pulgar hasta el fondo y ella no se mostraba molesta, más saliba y dos dedos en el culo mientras seguía empjando mi cabezota dentro de su concha. Cuando le metí el tercer dedo quiso arisquear, dando vuelta la cabeza y con ojos desenfocados, llenos de lujuria me mira y me dice, ni se te ocurra, nunca me la metieron por el culo, y tu pija es muy gorda. Junto al viagra de mi padre, también había tomado el gel lubricante que El usaba para hacerle el culo a mi madre. Sin escuchar sus quejas, mientras seguía bomberando su concha, le embadurné el ...
    ... agujero del orto con bastante gel y con tres dedos, le pajeaba el culito y se lo llenaba del gel. Al ratito ella comenzó a gemir, y a empujar en contra de mis dedos que se encontraban en su ojete queriendo metérselos más adentro. Dandome cuenta de ese momento, sin avisarle, saqué mi badajo, y abriendo bien sus cachetes le inserté la cabeza de la verga en su esfinter, pasaron limpiamente los primeros cinco centímetros de rabo antes de que ella pudiera reaccionar queriendo cerrar su culito, Ya era tarde, pegó un gritito, y con sus manos empezó a empujar queriendome sacar de adentro de ella, yo tomándola bien de las cadera empujé y ensarte el resto de mi tripa en ese virgen culo. Mis huevos chocaron con sus cachetes. Apretaba mucho, me dolía la verga de tenerla tan apretada en ese canal, pero aguanté a pie firme, sentía latir la cabeza de michota, su culo apretata y apretaba. Ella gemía suavemente. Yo quietito, esperando que su canal se acostumbre a mi badajo. Lentamente se fue relajando,y yo comencé con mi vaivén. Primero unos poquitos centímetros y al ratito ya le corría toda la verga desde la cabezota hasta los huevos. Ella puteaba, gemía, gritaba y pedía más a gritos, me decía, pendejo cabrón, hijo de mil putas me rompes el orto, y de a ratos gritaba, dame más, quiero más. Llename de leche el culo y se agitaba como poseída. Y de repente le corrían jugos desde la concha, la muy guarra se había venido. No aguanté más y le llené el agujero de leche, no terminaba más de acabar, ella ...