La fantasia de mi mujer - Relatos Eróticos

La fantasia de mi mujer

Fue difícil olvidar nuestra primera fantasía cumplida, haber visto a mi mujer seduciendo y excitando a esos hombres en el bar y luego ver como uno de ellos se corría en su boca en el parking fue increíble.

Desde esa noche todo cambio en nosotros, por un lado descubrí que el verla con otro hombre y yo mirarla me producía un placer enorme que hacia que luego hiciéramos elamor con frenesí.Por otro ella sintió que de esa manera podía controlarme, normalmente en la relación cotidiana yo era el que normalmente tomaba las decisiones, sin embargo a través de las serie de fantasías que se hicieron realidad ella tomo control de mi.

Seguimos con nuestras noches lujuriosas noches sin niños, normalmente el primer viernes de cada mes, era excitante saber que esa era la noche de liberarnos del ritmo denuestra vida cotidiana.

Como siempre la penumbra de las velas, la música de fondo y el ver a Andrea vestida increíblemente sexy me excitaba enormemente.

Siempre era sorpresa, esta vez la vi bajar con un vestido de encaje negro que dejaba ver la tanga que llevaba y un sujetador que resaltaba sus turgentes pechos y su pezones oscuros. El vestido no era corto pero llevaba un corte a los lados que cuando se sentaba enseñaban todos sus morenos muslos. A pesar de los años su cuerpo no ha cambiado mucho, sus torneadas piernas, su erguido culo y sus pechos enormes me seguían enloqueciendo.

Después de la segunda botella de champagne nuestra conversaciones subieron de tono y ella ...

... sonriente me dijo “esta vez la que escoge la fantasía soy yo!” Seguidamente me pregunto si me animaría a ir con ella vestida como estaba a un bar, al mismo bar donde ella sedujo a los dos hombres pero esta vez yo debería estar todo el tiempo con ella.

Yo le pregunte que haría y ella me contesto, sorpresa!

Era medianoche, entramos al bar y notamos que había un grupo que estaban celebrando algo especial, nos sentamos frente a la barra en un mesa alta con taburetes. Al minuto pude ver que varios hombres del grupo miraban las piernas cruzadas de mi mujer que casi dejaban ver su mas precioso tesoro. Note que ella se sonreía al ver como me incomodaba verlos descaradamente mirarla con su miradas ardientes.

Como si fuera poco ella estiro para abajo la tela que cubría sus pechos haciéndolos casi salirde su escote.

En ese momento realice que Andrea quería exponerme frente a los hombres que la miraban. Un camarero se acerco con una botella de champagne y sorprendidos escuchamos que la envió uno de los hombres de la fiesta.

Nos giramos al mismo tiempo para mirar quien de ellos era y vimos quea la izquierda nuestra un hombre elegante, canoso, fornidocomo de mi edad (52) levantaba una copa y nos saludaba. Andrea y yo levantamos la nuestra y el con un gesto nos invito a su mesa. Mi mujer me cogió de la mano y nos sentamos junto a el. Se presento y nos dijo que era un placer invitar a la pareja mas guapa del bar, ni corto no perezoso sonriente le pregunte si eso me incluía, el se rio ...