La fantasia de mi mujer - Relatos Eróticos

La fantasia de mi mujer

... sobre la verga de Esteban. De pronto me miro y consentí lo que sabia que pasaría, cogio su verga y la froto contra su clítoris, el se retorcía en el suelo y de pronto note que ella poco a poco se introducía esa enorme verga, lo hizo como a ella le gusta poco a poco y luego de golpe sentirla toda.

Andrea gemia de placer y dolor, Esteban cogia con su dos manos las enormes tetas de mi mujer, ella no paraba de correrse y moverse.

De pronto me pidió que viniera a su lado, mi verga estaba fuera, la metio en su boca y me la chupaba mientras seguía moviéndose sobre Esteban.

Comenze a besar la parte de atrás de su cuello y con mis manos acaricie su espalda. Acerco mas sus pechos a la boca de Esteban mientras con sus ojos me pidió que la penetrara por el culo. Nunca me imagine que algo asi pasaría con mi mujer, la penetre suavemente y cuando tuvo las dos vergas bien adentro su cuerpo se movia a ritmo de vértigo.

Esteban estaba que se corria y se lo dijo, ella le pidió que no, que quería que los dos nos corriéramos frente a su boca.

Los dos le pedimos que parara y se arrodillo cogió cada verga ...

... con cada una de sus manos y nos comenzó a masturbar mientras nos la chupaba, yo fui el primero en venirme mi semen golpeo su cara sobre su mejilla y labios, su lengua busco mi verga y se trago todo hasta la ultima gota.

Esteban se masturbaba y la miraba, de pronto Andrea cogió sus dos manos y mientras lo masturbaba su boca intentaba comerse esa cabeza enorme de la verga de el.

El la cogía por los pelos hasta que finalmente vi que se retorcía y su verga explotaba en la boca de mi mujer llenándola a punto que salía por la comisura de sus labios. Andrea abrió su boca y provocándome me enseño el semen que tenia en su boca y de pronto se lo trago, para colmo cogió nuevamente la verga de Esteban y la metió en su boca chupando todo lo que el tenia.

Los tres terminamos tirados en el suelo exhaustos, Andrea pego su cuerpo contra el mio mientras el la apoyaba con su miembro dormido.

Me desperté primero, desperté a Andrea y sin hacer ruido nos fuimos del hotel, eran las 7 de la mañana. No hablamos en el taxi, había un silencio cómplice que se termino cuando nos apretamos las manos y sonreímos a la vez.