Nuevo encuentro en El Edén
Fecha: 25/08/2021,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Urawan, Fuente: CuentoRelatos
... ofrecerse. Su ser me pedía que lo abarque que recorra todo cuanto puedo hacerlo. El mío se ofrecía total para ser tomado, recorrido palmo a palmo; mientras los cantos sacros que en vida terrenal lo habíamos escuchado cuando nos amábamos; volvían a cubrirnos ahora cantados por los propios ángeles. Su cuerpo maduro me recordó como lo hice mío, su busto cuan conos perfectos me dijo: aquí estoy renovado tómame, su monte de Venus florido y voluptuoso me recordó cuando lo recorrí y lo conocí, su centro erótico me rememoraba cuanto lo hice mío y me pedía más conocimiento, ahora divino. Recordé como mi cuerpo fue recorrido totalmente por sus manos y bocas prodigiosas. Recordé como mi Príapo se agrando cuando su ser me abarco y saco de mí todo el poder que podía dar y se introdujo en su intimidad.
Otra vez juntos, únicamente que ahora sería la mejor relación que tengamos. Sería la relación perfecta como perfecto es el Edén. Sería completar todo lo cuanto vivimos en la tierra y se interrumpió por su partida.
-Urawan. Te amo.
-Tangay. Nunca deje de amarte, de recordarte, de esperar este momento en que podamos juntarnos como lo estamos haciendo en este lecho divino.
A su oído susurré:
-Mi diosa, mi ser, mi todo. Tómame, soy todo tuyo.
-Urawan, mi príncipe azul. Ven a mí. Todo lo mío es tuyo, me respondió.
Pegado a ella le daba delicadamente besos en su oído y dejaba entrar por mi nariz directamente a mi cerebro sus olores de mujer excitada. Volví a ver sus ojos ...
... azules como el cielo volver a brillar de amor, su cuerpo empezaba a calentarse como el mío, estábamos llegando a la plenitud erótica, bendecida por Yahvé mismo.
-Mi príncipe azul, no sabes cómo te he esperado a que te juntes conmigo. Amor vida, expresión divina. Te amo.
-Yo igual. Mi amor se alimentó de lo vivido, de lo amado, de todo lo que nos dimos.
Su espalda estaba pegada a mi pecho, mis manos ya se habían aferrado a sus pechos y delicadamente los masajeaba.
-Me enciendes todo. Me exacerbas todo, voy a explotar de lujuria. ¡Tangay! ¡Tangay! No puedo más mi ser real le dije y como niño me puse a llorar.
Ella se tornó me abrazó. Puso mi cabeza en su regazo y me dijo:
-Urawan, mi niñito falto de amor. Sí es real. Yo también te amo, bien lo sabes. ¿Quieres mi leche? Mama Urawan toma mi leche mama amorcito lindo.
Me tomó por la quijada y guío mi boca a su busto.
-Mama cariñito, tengo harta leche para ti. Mámeme me gusta que lo hagas, hazlo como hijo y como amante.
-Sí, sí Tangay...
Así lo hice, mame sus pechos como hijo, sacaba de ellos torrentes leche que calmaban mi llanto; pero también se los mame como macho sacando de ellos torrentes de excitación que hacía que poco a poco nos vayamos encendiendo.
Mi llanto de dolor por la falta de ella se terminó, ya la tenía ya para mí ya era mía nuevamente y ahora para siempre de ahora en adelante podríamos amarnos día a día, minuto a minuto, como Dios manda.
Ya satisfecho de su leche continué besando el ...