Mi problema moral - Relatos Eróticos

Mi problema moral

... entusiasmado

De inmediato puse el juego, pero sin despegarle el ojo al cuerpo tan sexy y deseable de mi madre

Bueno mami, yo tendré el privilegio de enseñarte

Siii hijo- dijo alegre mientras daba brinquitos, que ocasionaban que tanto sus grandes y ricas tetas así como su enorme cola se agitaran de arriba abajo tan hipnóticamente

Bueno, ¿Ale me harías el favor de acercar los sillones a la televisión?

Claro- contestó

Un momento- interrumpió mi madre- deja los sillones en su sitio y mejor sentémonos en el piso

Vale pues ¿QUÉ MAS DA?- dije

Acto seguido los tres nos sentamos en el piso, yo con el control a la izquierda, mi madre en el centro y Ale con sus papitas a la derecha

Después de 15 minutos de practica y asesoría mi madre deicidio que era hora de un partido de verdad.

Así pues empezamos a jugar; fue un juego muy sencillo en el que por obvios motivos dejé que mi madre desarrollara el partido, todo iba de lujo hasta que se le ocurrió acostarse boca abajo dejando su inmensa, apetitosa e increíble cola a la vista, tan vulnerable y exquisita con su leggins negros.

Ella con una sonrisita en su rostro mantuvo su mirada expectante a la pantalla, aparentando concentración, pero sin dejar de menear su culazo de un lado a otro creando así un ritmo vibrante muy enloquecedor. Mientras yo estaba embobado en aquel espectáculo se escuchó un ¡GOOOOOOL!

Rayos- dije

Goool jajajaja, metí gool- dijo mi madre muy alegre

-Ay José- dijo Ale- a ver si ya ...

... no te distraes- jajaja- rió

-jajajaja ¿te distrajiste?- preguntó aparentando inocencia ¿Con qué mi niño?

Con nada mamá- continúa el juego

Mientras seguíamos jugando por mi mente pasó el hecho de aquella provocación repentina, entendí que mi madre es una mujer lista y traviesa capaz de usar su cuerpo para provocarme risas e incontenibles momentos gratos

Tras haber perdido el juego, miré a mi madre feliz agitándose con mucha alegría, (aquel vaivén era tan magnifico que me quedé perplejo un par de segundos) le pasé el control a Ale, me levanté y me propuse a ir por las frituras y refrescos a la cocina, en cuanto regresé con todo aquello sobre un gran plato, casi se me caen cuando note que las bragas de mi madre, unas blancas de encaje estaban a la vista, éstas eran tan pequeñas que apenas se veían, ya que su monumental culote se las comía, dejando sólo las tiritas Ella concentrada en el juego decía:

-¡Eres muy bueno Alejandro! ¡No te puedo meter gol!

Alejandro por su parte apenas y se podía concretar pues al igual que yo no paraba de mirar esas esplendidas nalgotas y muslos

Cuando estaba por sentarme con ellos mi madre en un acto desesperado repentinamente se puso de rodillas manteniendo su espalda recta ocasionando que sus pompas sobresalieran más , que su braga tan sexy se le saliera pero al mismo tiempo fuera devorada por sus ricas nalgas , y en esa posición continuó jugando, entre risas picaras mi madre miraba la pantalla

Alejandro mudo y sudando la ...