Las maravillas de la vida misma - Relatos Eróticos

Las maravillas de la vida misma

... diciendo que lo había pasado muy bien, muy linda fiesta, muchos regalos etc, yo le respondía casi de manera automática que bueno que hayan podido venir, que Nicolás su hijo, estaba tan grande y bonito...Entonces mi tío me abraza, yo estaba desnudo, tapado eso sí hasta la cintura con la ropa de cama. Mi tío me tiene abrazado y me dice al oído que ya soy grande, que puedo hacer lo que quiera y que estoy soy muy bonito. Yo lo dejo hacer, siento que las manos de mi tío recorren mi espalda y van más allá, metiéndose entre las sábanas, se da cuenta que estoy desnudo y empieza a pajearme, mientras me besa con desesperación, luego se arrodilla al costado de la cama y me chupa el miembro hasta hacerme acabar en su boca, yo no lo dejo escapar, lo tiro de la corbata a la cama y le bajo el cierre, su pene está muy duro y lo chupo con ansias hasta que me inunda de semen la garganta. Nos damos un beso de despedida y se va cerrando la puerta tras de sí.
Al otro día al salir a recreo, corro hacia donde están mis amigos y hago bromas, tonteo, mis amigos me miran asombrado - qué pasó, tienes 18 años y ya no eres el tipo amargado de ayer? - se ríen.
- Es que encontré lo maravillosa que puede ser la vida - dije y me reí también. Esteban, uno de mis amigos, dice - A ver cuando nos enseñas las maravillas que tiene la vida - y yo, mirando su paquete le contesto - este fin de semana me quedo solo en casa, por qué no se vienen y lo pasamos muy bien toda la tarde -, obvio que ahí estaremos dicen - y los tres abrazados regresamos a la sala de clases.