Un amigo y yo, en la escuela a los 15 años - Relatos Eróticos

Un amigo y yo, en la escuela a los 15 años

La siguiente experiencia se dió en mi escuela en Buenos Aires, Argentina. Solo cambiaré mi nombre y el de mi amigo por razones de privacidad. 

Mi nombre es Esteban, actualmente tengo 22 años, pero esto me sucedió cuando tenía 15 años recién cumplidos. Tanto en ese momento como ahora, era alto, delgado, pálido y lampiño. La pubertad ya estaba haciendo su trabajo desde los 12, había crecido bastante en altura pero continuaba teniendo una complexión muy delgada. Mi pene, al que le prestaba muchísima atención como cualquier chico a esa edad, media aproximadamente 17 cm de largo, nada extraordinario. Pero, si es bastante ancho, unos 15 centímetros de circunferencia. 

Ahora que me presenté, pasaré a contar lo sucedido. 
Los martes y jueves teníamos educación física en la escuela por la tarde, ya que a la mañana teníamos clase normal. Y en conjunto con eso, teníamos la posibilidad de elegir algún deporte para hacer de manera extracurricular un día de la semana. Yo nunca fui una persona deportista, no era bueno ni me interesaba serlo, pero un grupo de 5 amigos se había anotado en handball los jueves de 17 a 18:30, dos horas más tarde que la clase de educación física, y me convencieron para que me anotara con ellos.
Todos estábamos en esa edad de masturbarnos más de una vez al día, hacíamos chistes al respecto, nos pasábamos la mano por los bultos de manera chistosa y discutíamos sobre quién la tenía más grande. Todo palabrerío, nunca nos habíamos visto desnudos entre ...

... nosotros. Dentro de ese grupo de amigos, estaba Tomás. Un chico delgado, blanco y lampiño cómo yo, pero mucho más bajito que el resto de nosotros. Solíamos molestarlo bastante porque de había quedado medio enano y su voz continuaba siendo muy aguda, la pubertad todavía no había hecho grandes cambios en el, pero eso no le impedía ser el más conocedor de temas de sexo. Siempre era él quien nos mostraba porno de diferentes tipos, se jactaba de haber estado ya con chicas y de tener un gran pene. Nadie le creía, claro, pero igual prestábamos atención a lo que nos comentaba. Tomás siempre empezaba los toqueteos que se podían volver medio molestos, pero en mi interior a mí me gustaban. 
Fue a esa edad donde comencé a interesarme en otros chicos, cuando miraba porno estaba muy pendiente de lo que hacía el hombre, su cuerpo, pene, embestidas, como acababa, todo. Pero no tenía en mente el pensamiento de que era gay, para mí era hetero, pero que equivocado estaba. 

Así, un dia jueves de primavera tocaba tener clase de handball luego de gimnasia. 3 del grupo de mis amigos habían faltado a clase y un cuarto no iba a quedarse al curso de handball porque tenía un cumpleaños familiar. Quedábamos Tomas y yo esperando para tener clase junto con otros tantos compañeros con los que no teníamos mucha relación. Decidimos ir a comprar algo para comer en el almacén del colegio y nos sentamos en los parques de afuera. Cabe decir que mi colegio estaba rodeado de grandes parques, con una cancha de fútbol, ...