Un amigo y yo, en la escuela a los 15 años - Relatos Eróticos

Un amigo y yo, en la escuela a los 15 años

... y las habitaciones dónde estaban las cosas para educación física. Entre los baños de mujeres y hombres había una apertura, dónde faltaba una puerta, que iba a 7 cubículos con unas duchas, no se usaban hace años y estaba todo bastante sucio. Ahí solían ir a fumar los alumnos de los años más grandes o parejitas a besarse.

Miéntras caminábamos hacia ese lugar me empecé a poner nervioso, estaba muy caliente pero a la vez no quería que nadie nos viera. 
Cuando pasamos ese umbral sin puerta nos fuimos al último de los cubículos, del que no se podía ver nada si alguien miraba desde la puerta. Dejamos nuestras cosas en el piso y nos quedamos frente a frente. Tomás ya había perdido su sonrisa sobradora y estaba nervioso también, pero nuestros bultos lo decían todo, querían salir de nuestra ropa interior.

- Dale sacala vos primero - Me dijo Tomás

- No por que yo? Así cualquiera - le respondí más rápido de lo que hubiera querido.

- Bueno, hagámoslo juntos. A la cuenta de 3, te parece? - me respondió el

Asentí con la cabeza y Tomás empezó a contar
- Uno... Dos... - pusimos nuestros pulgares en los bordes de los pantalones - tres.

Con solo recordar cómo salieron nuestros penes disparados de nuestra ropa interior me vuelvo a calentar otra vez. Ahí estaba mi pene, con el vello que lo rodeaba, rosado y conas venas muy marcadas, mientras tenía toda la punta húmeda de líquido pre seminal. Pero los ojos estaban mirando el de Tomás. Si bien era más chico que el mío, me ...

... sorprendió que tuviera pelo alli y también tenía muy húmeda la punta bastante más que la mía.

Nos quedamos así unos segundos hasta que Tomas agarró mi pene con su mano.

- Soltá que haces - respondí muy rápido otra vez mientras le sacaba su mano.

- Dale, no se va a enterar nadie, si querés vos podés agarrar la mía - Me respondió el.
No respondí, pero cuando él volvió a agarrar mi verga lo deje, me sentía en las nubes. Lentamente empezó a masturbarme. Decidí hacer lo mismo y agarrar su verga, era la primera vez que yo agarraba otro pene y alguien agarraba el mío, pero se sentía muy bien.

Callados nos masturbamos el uno a otro, frente a frente. No nos mirábamos, solo mirábamos la verga del otro. 
- Puedo chupartela? - me preguntó Tomás.
Asentí y él se arrodilló. Le dió una lamida a la punta del pene, era una sensación extraña, muy nueva. Me bajó el prepucio un poco y se la metió en la boca, no pude contener un pequeño suspiro de exitacion, se sentía muy bien. Solo se estaba metiendo la punta, por lo que mi calentura me empujó a intentar meter más en su boca pero él se negó.
Estuvo así unos minutos y yo sentía que tocaba el cielo con las manos. 
Cuando se la saco de la boca, se levantó y me dijo
- Bueno, ahora te toca a vos

Otra vez no respondí, me daba miedo hacerlo y un poco de asco. Pero segundos después estaba arrodillándose hasta que la tuve en frente. Una verga delgada, sin que se marcaran las venas demasiado, con una pequeña mata de pelo que la rodeaba, me ...