Mi violación
Fecha: 17/11/2017,
Categorías:
Confesiones
Autor: blanca, Fuente: RelatosEróticos
Soy una mujer hoy en día que lo ha vivido todo, fui adicta al sexo y creo que la causa de ello estuvo en la brutal experiencia sufrida tres meses antes de cumplir 13 años. Fui violada en mi propia casa por dos hombres de 20 y 22 años que, eran conocidos míos, por vivir en las cercanías.
Hija única, habíamos tenido que mudarnos a la ciudad con mis padres pues un amigo de él lo había estafado y llevado casi a la ruina, llegamos a la única casa que nos quedó en una vecindad de clase media alta pero que estaba en formación, alrededor de nuestra casa había sitios baldíos y no más de tres edificaciones en la misma manzana.
Llevaba casi dos años viviendo allí, mi hogar era un caos pues mi padre pasaba temporadas lejos, él decía que trabajando pero estaba con su amante, mi madre al borde de la crisis mental por tanto sufrimiento, no había servicio doméstico en casa pues no se podía pagar.
Mi madre estaba en un tratamiento ambulatorio en un hospital público por tendencias suicidas, yo me quedaba sola gran parte del día, así que iba a casa de mis nuevas amistades o nos juntábamos en las esquinas con nuestras bicicletas las niñas y niños de nuestra vecindad.
Era un día lunes de verano, hacía mucho calor, sí yo era un poco provocativa para vestir, grandes escotes y faldas mini que casi mostraban la ropa interior, es esa época estaban de moda los bikinis. Ese día usaba un vestido con tirantes que me servían de brasier para mi ya desarrollado pecho, tenía una cintura muy ...
... delgada y caderas anchas, con un culo redondo firme y levantado. Mi largo cabello negro estaba trenzado, no era bonita pero tenía facciones sensuales.
Tenía uno de esos juegos de pareja con un niño de mi edad más o menos y habíamos incursionado en jugueteos sexuales ya que mi pubertad empezó a los 11 años y las hormonas eran inquietas, pero no había tenido penetración alguna, aunque sí le había mamado su verga un par de veces pero me daba un poco de asco cuando se corría así que se perdía su semen, él jugueteaba con sus dedos en mi rajita provocando gratas sensaciones, otras me estremecía cuando me lamía y metía la lengua dentro de mi vagina. Una vez me propuso entrar por mi ano pero de solo pensarlo me dolió, así que me negué. Ese día de verano me dí cuenta que él había contado a sus amigos nuestras experiencias, pero no debo adelantarme.
Como les comentaba volvía a mi casa ese día más o menos a las 13:30 horas, no había aceptado almorzar en casa de Gory, mi mejor amiga pues quería ducharme y ponerme unos shorts para en la tarde ir a la piscina. Iba un poco aburrida de tener que preparar mi almuerzo y decidí que solo comería un emparedado con un vaso de jugo helado.
Mi casa estaba en una esquina y por la calle principal había un murallón de una casa quinta y por la lateral un sitio sin construir, la reja era baja, fácil de saltar. entre por el costado, dejé mi bici y empujé la puerta de un ventanal que había dejado semiabierta, antes de entrar había bajado el cierre de mi ...