Mi violación
Fecha: 17/11/2017,
Categorías:
Confesiones
Autor: blanca, Fuente: RelatosEróticos
... las manos, total ya no tenía más que perder, me llevaron al baño para que me lavara la raja y de nuevo al salón.
"Ya putita a mamar para despertar a tus gozadores, alternando lames y mamas, no te olvides de las bolas!" me ordenó Wicho
Nunca había lamido bolas así que evité hacerlo hasta que G agrarrándome del pelo me dijo:
"Las bolas puta ¿o eres tonta? Pásales la lengua como si fueran helados y con mucho cuidado te las metes en el hocico de puta mamadora y las chupas despacito. Ya ahora!"
Lo hice, olían a sexo las de ambos, más fuertes las de Wicho, se pusieron duras en mi boca y cuando miré sus vergas estaban paradas y listas.
"Yo me siento en ese sillón y la puta se agacha para mamarme, así el culo le queda levantado justo a tu altura flaco"
A empujones y palmazos en las nalgas me hicieron tomar posición, yo no quería y en un momento me escurrí pero de repente Wicho, estiró sus brazos, me levantó, me puso boca abajo en sus piernas y me dió la tunda que nadie me había dado en mi vida, me dejó las nalgas que no las podía tocar, tenía de pesada la mano, que yo terminé pidiendo que me follaran el culo para que no me pegara más.
Así me puse inclinada a mamarle su verga mientras el otro me ensalivaba el ano y su polla y la ponía en la entrada y empezó la tortura de sentirlo romperme el culo a cada empujón que daba G entrando en mi estrecho esfinter que se resistía al intruso provocando la sensación de desgarro. Murmuraba o trataba de hablar, solo sonidos ...
... ininteligibles de dolor, súplica y negativa, gritos que no salían era el resultado, pues la polla de Wicho me llenaba la boca y pasaba mi campanilla con su cipote, del pelo me hacía llevar el ritmo. mientras el otro penetraba y penetraba mi intestino, hasta que sentí sus bolas chocar con mi vagina que a pesar del dolor se había humedecido
Por largo rato solo se escuchaban los plash de las bolas chocando con mi jugosa rajita y los jadeos y sonidos guturales de los dos hombres, mis gemidos tenues de calentura. Hasta que se corrieron otra vez en mi boca Wicho y me tragué todo su semen sin rechistar, le había tomado miedo, y dentro de mis tripas una manguera largaba leche caliente. Raramente esta descarga nunca salió de allí. Mis piernas chorreaban mis corridas y jugos. Se quedaron un rato más comiendome las tetas, pero luego G dijo que se tenía que ir a buscar a su noviecita y Wicho dijo que era bastante por ese día.
Antes de irse Wicho me advirtió que si quería le contaba a mi padre lo que me había pasado, si hacía eso seguro mi papá les buscaría para darles un par de balazos e iría a la cárcel, si les contaba a mis mejores amigas iban a saber que era una puta caliente y nadie se juntaría conmigo, si me callaba ellos y yo lo habíamos pasado muy bien y podía repetirse la sesión otro día. Mientra se iban yo temblaba de cansancio y dolor, pero me sentía sucia porque igual había disfrutado.
Me metí bajo la ducha llorando, me lavé por un par de horas hasta que ví que empezaba ...