AZUL - Relatos Eróticos

AZUL

... en velero, esquiando, en el gym, en bici... en fin... esta vieja es un paquete completo… de esas por las que moría.

Su casa es la mayoría recubierta de madera, el olor es tranquilizante...  Solo un poco diferente a cuando la visitaba hace 20 años y era casa de sus papás. Mejor.  Por alguna extraña razón ese olor me relaja, me hace sentir cómodo, me regresa al pasado.

No te mentiré… es ese momento ya no existes, ya solo vienes a mi mente en flashazos esporádicos…  mis ojos parecen tener problemas para apartarse de sus nalgas…  pienso en lo que estoy a punto de comerme. Siento pulsaciones en mis pantalones.

Me empieza a platicar... en verdad ni recuerdo de que... no le pongo atención.  La estoy desnudando con la mirada...  entre palabras me echa miradas insinuantes... pero estoy inmerso en ella, no la escucho. Estoy sentado en un banco... con mis piernas abiertas y con una copa de vino tinto en la mano, que odio, pero simulo que me gusta y que aparte lo disfruto... no quiero que me vea tan simple…

Se acerca, me quita la copa de la mano y se mete entre mis piernas... Coloca mis manos en sus nalgas, pone sus brazos alrededor de mi cuello y me comienza a besar…  susurra algo de ir a la recamara...  Me toma de la mano y me guía hacia su recamara...   como si no recordara que ese trayecto ya lo había yo recorrido cientos de veces en el pasado...  se desabrocha la falda y la deja caer a la mitad del corredor...  se queda en panties de encaje...   ya recuerdo esas ...

... nalgas.

Siento mi verga a punto de explotar...  la pastillita…  diferente cama, misma cabecera, mismos detalles que me hacen recordar… Comienza la faena, las manos comienzan a jugar con nuestras partes, ya cubiertas de humedad, el olor lo reconozco, recorro sus tetas, sus pezones erectos por mi lengua parecen quejarse cuando me bajo por su abdomen hasta su monte de venus, pruebo la humedad, salada, deliciosa.  La penetro con mis dedos... esta apretada…  mucho más que tú…  ha de ser por el ejercicio….  Se retuerce de placer, siento escurrir su placer en mis manos. Me busca con su boca, bajando… me devora la erección como si no hubiera un mañana, hasta tuve que detenerla para no venirme antes de tiempo... La recuesto boca arriba, acomodo un almohadón bajo sus nalgas y veo sus labios menores húmedos y abiertos esperando, la penetro poco a poco, siento cada centímetro de mi pene entrando en su vagina apretada, como nueva, como hace 30 años… Ha aprendido muchas cosas desde la última vez que estuvimos juntos… ya cogimos en todas las posiciones...  ya me succionó todo... ya me dejó seco y aun así no se me tranquiliza esta erección… ya son eyaculaciones secas...  llevamos dos horas cogiendo... esta fascinada…  la cama esta empapada de sudor y de sexo.  Mi corazón parece que se va a salir del pecho. Quiero seguir dentro de ella...  siento sus músculos contraerse conmigo dentro. Cada orgasmo grita, como si no nos oyera nadie… en efecto, nadie oye.  Dos, tres…  creo que hasta cuatro veces….  ...