Mi infidelidad 01 - Relatos Eróticos

Mi infidelidad 01

... subí a mi recámara. Al entrar me vino una sonrisa de satisfacción, porque? 
Porque todo ese tiempo lo pasaría con Romero y no tendría el pendiente de que Gladys nos fuera a encontrar. Me sentía muy excitada, hasta me olvidé de mi enojo con el. Ahora más calmada, me daba cuenta que estaba hasta las nalgas por Romero, que no podía estar sin el, que haría todo lo que me pidiera, no me negaría a nada, con tal de tener su verga para mí sola.
Pasaron las horas y no llegaba, y faltaba poco para irnos al departamento de mi hija a celebrar la navidad. Ya todos estaban listos. Yo me había puesto el vestido azul que lleve a la fiesta de la empresa de mi esposo, una tanga blanca, medias negras y zapatillas y me había maquillado un poco la cara y mis ojos. No me había pintado los labios. Faltaba como una hora para irnos, cuando por la ventana vi llegar a Romero, venía tambaleándose de borracho, y traía todos los pantalones mojados, me imaginé que de orines. De inmediato me pinté los labios de color rojo intenso, al bajar las ...

... escaleras, me topé con mi marido, al mirarme me dijo:
          _ siempre sí te pintaste los labios, así te ves más linda, te amo.
Lo rarofue que al decirme esas palabras, y saber que iba al encuentro de Romero, no me dio remordimiento.
Le dije que iba a la tienda a comprar unas cosas y avisarle al vecino que su esposa fue con sus familiares. 

Está bien _ me dijo, pero no te tardes, que nos tenemos que ir.
Al salir de inmediato Cruze la calle y fui a buscar a Romero a su casa, entre, pero no estaba ahí, salí de ahí, y me dirijo a la casa vacía, al entrar vi a Romero vomitando, apenas se podía sostener de lo borracho, me di vuelta para salir de ahí, cuando me dijo:
         _ a donde vas putita.
             _ a mi casa, le contesté.
            Espera_ me dijo_ con voz firme.
Al irse acercando le dije:
        _ tu esposa Gladys se fue con su familia, por unos meses.
          _ qué bueno, ya me tenía harto.
         _ que no te importa tu mujer y tu hija. 
        _ la única que me importa eres tú putita,