Mi amor prohibido - Relatos Eróticos

Mi amor prohibido

... empezó a masajear mi clítoris con sus dedos y chupar mi vagina.
A esas alturas mi cuerpo temblaba y ardía. Tuve mi primer orgasmo cuando su lengua se metió en mi vagina era una sensación indescriptible. 
Me preguntó si quería que pare a lo que respondí que no que siga, estaba dispuesta a que siga y me haga su mujer, aunque a la vez sentía miedo.
Cogí por primera vez su pene, era grande, venoso muy hinchado, me asusté al principio, pero poco a poco fui acariciándolo.
Abrió mis piernas y colocó su pene en mi vagina y empezó a introducirlo despacio, al inicio sentí un fuerte dolor, a medida que me penetraba le decía ayyy me duele, ayyy me duele, me duele… pero ya era tarde, me la metió toda que sentí que me partía en dos. Solo lo abracé fuerte y soporte el dolor. Empezó a moverse despacio y de dolor paso a ardor y al poco tiempo sentía una explosión de todo mi cuerpo, quería besarlos, morderlo, gritar, estaba nuevamente con otro orgasmo fuerte. Sentía como un líquido viscoso mezclado con sangre brotaba de mis entrañas.
Sacó su pene para no eyacular tan pronto.  Le dije que tenía miedo de embarazarme, a lo me pregunto que cuando tenía mi regla? le respondí en 3 días. Entonces él me dijo que no me preocupase, no estás en días fértiles; eso me tranquilizó un poco.
Continuamos en nuestro acto y al rato me dice: mi amor quiero llenarte de semen tu vagina, voy a eyacular dentro de ti; quiero que lo sientas. Dicho esto me apretó mis nalgas, mordía mis pechos y eyaculó su semen ...

... dentro de mi, era mi primera vez y por ende sentía algo caliente invadiendo mi vientre, espectacular esa sensación a medida que eyaculaba su pene iba perdiendo la erección pero seguía dentro de mí y más luego nos quedamos dormidos con su pene aún dentro de mi.
Fue tan maravilloso despertar en sus brazos, es lo que siempre había soñado. Al cabo de unos minutos teníamos ganas de seguir amándonos y así fue, otra vez terminó eyaculando dentro de mi. Luego de eso me dolía el cuerpo, mi cuerpo entero y mis delgadas piernas temblaban.
Por la tarde regresamos a la ciudad, aquella noche no pude dormir recordando cada detalle de lo que había hecho y como había entregado mi virginidad, los recuerdos me ponían nerviosa, me sentía diferente.
Al día siguiente fue a verme en el colegio, llegó y fuimos caminando directo a casa, en el camino nos fuimos hablando y besándonos.
Llegando a mi casa no había nadie, llame a mi hermana a preguntar que donde estaba, ella me respondió que estaba en una reunión del barrio y que regresaría en unas 2 horas, así que fuimos a mi dormitorio, no me dio tiempo ni a quitarme el uniforme, me acostó al filo de la cama, levantó mi falda y me bajo la braga de un jalón.
Abrió mis piernas y nuevamente aquella sensación de dolor y ardor invadían mi cuerpo, le pedí que pare … pero no y terminó haciéndome suya. Tenía miedo pero lo deseaba; después de todo lo quería todo para mí.
Al día siguiente nos encontramos en el trabajo; solamente deseaba estar con él, en esta ...