pero de otro dueño
Fecha: 19/12/2019,
Categorías:
Zoofilia
Tus Relatos
Autor: Anónimo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... brazo que sostenía el trapo y el resto de su meada que salía con fuerza, cayó sobre mi cadera desnuda, estaba sentado, y se escurrió por mi pubis. Enseguida había orín caliente de perra goteando desde mis bolas hacia La banqueta y luego al piso, solo alcance a decir, que chola de mierda puerca, me lleno de meada…la perra solo atino a removerse en su sitio mientras movía su pesada cola, por un momento solo pensé en salir a la lluvia para limpiar mi cuerpo sucio.
Me pare chorreando orín por todos lados, el olor a perra, pelo húmedo y orín era muy fuerte, estaba a punto de salir a la lluvia y la enorme chola estiro su pescuezo y le dio una tímida lamida a mis huevos y pene, quizás atraída por el olor salobre del orín, la sensación de su lengua tibia y babosa sobre mi pene, literalmente provoco una incipiente erección, la perra se acercó un poco más y dio un par de lamidas más, poniendo su cabeza de costado para abarcar con su lengua mis órganos por completo, de más está decir que para entonces había logrado una erección tan intensa que mi pene endurecido como una tranca, me latía y dolía un poco.
Confundido y algo apenado por la situación, sintiendo al mismo una sensación bizarra de morbo, me senté de nuevo en la banca, tomé de sus ancas a la chola y haciendo fuerza la ubique entre mis piernas abiertas, su vulva prominente quedo un poco más arriba de la altura a la que estaba mi pene, levante su gruesa cola y a mis ojos se descubrió su enorme concha sucia de cenizas y orín, ...
... tomándola desde el tronco de su cola la atraje hacia mí, mientras con la otra mano dirigía mi vara ubicándola entre esos carnosos y gordos pliegues de su concha, cuando entro la cabeza del glande empuje suavemente mi pubis, haciendo que mi verga se deslice en su babosa y lubricada concha, hasta que mis huevos hicieron tope en su botón carnoso, la perra empezó a gemir lastimosamente, yo la abrace por sus ubres y empecé a cogerla, empecé a decirle , encima que me measte me obligaste a que te coja, sos una perra puta, como no te cogí antes, necesitaba una hembra ya no podía más de tanta leche acumulada.
La perra empezó a mover sus ancas con un movimiento de arriba hacia abajo, parecía que iba a estrangular mi verga profundamente enterrada en su concha, para no salirme instintivamente me prendí de la correa superior de su arnés, y entonces comprendí para que servía el correaje que llevaba, alguien más lo había “utilizado”, la banqueta se tambaleo por el jaleo, y caí sentado al piso de tierra, prendido fuertemente al arnés, la perra quedo sentada sobre mi mientras se revolvía no se si para salirse o para removerse la concha con mi verga adentro, ni bien se acomodó sentada sobre mi verga siguió con su movimiento de vaivén, sentí el interior de su concha inundarse de fluido y mientras ladraba los músculos de su vulva empezaron a apretar mi pene como si fuera una mano enguantada, ya no me aguante y le dije, mi hembra ahí va…ahí va mi leche directo a tu útero, lechonera de mierda, ...