El hijo del Mayoral - Relatos Eróticos

El hijo del Mayoral

... dió para más, solo para echarme correr los últimos metros que faltaban para llegar a mi casa, no quise voltear a verlo, entre a la casa y solo ví por un venta, detrás de la cortina observé como pasaba sin quitar el ojo viendo mi casa. Mi fin de semana fue el más corto y el más estresante porque sabía que el lunes tendría que verlo y explicar porqué había corrido como niño asustado. Llegó el lunes y decidí no ir al campo, martes y tampoco, miércoles y seguía encerrado en casa, hasta que llegó el jueves, 5 de la tarde, hora de ir al campo, yo no pensaba ir así que seguía encerrado en casa, no quería darle l cara, sabía que me iba a preguntar mil cosas y yo nuevamente no tendría valor de decirle que tenía razón, que era un chavo el que me gustaba y que era él .
De pronto se escucha que alguien llama a la puerta, abren y escucho ¿señora está su hijo?¿él está bien? Mi mamá responde si está y está bien, tú eres el hijo del mayoral del rancho vecino ¿Verdad? Santiago para servirle señora, sí soy hijo del mayoral y también amigo de su hijo. Pero Alejandro no ha ido a jugar fútbol así que decidí venir a preguntar. Mi mamá responde, pues ahí está de flojo pero ahorita sale y se va contigo a jugar... Yo escuchando y deseando que me tragara la tierra, mi mamá me estaba poniendo en la situación más vergonzosa de mi corta vida. En fin no tuve más remedio que salir y dar la cara, Santiago estaba afuera con una sonrisa que yo sentía en ese momento como burlona, pero no, me saludo y me dice ...

... "por fin el conejito sale de su madriguera" pero si no soy ningún lobo para momermelo y remató con una carcajada. Un tanto molesto le dije, vámonos... Ya en el camino yo trataba de avanzar lo más rápido posible y no hablar, él tampoco hacía el intento de hablar aunque sí hacía lo posible por ir más lento. Ya apunto de llegar al campo me dice, bueno en vista de que no piensas hablar, de que ni le volteas a ver y que no tomas la iniciativa, lo haré yo. Y así fué, me tomó del hombro e hizo que nos detuvieramos. Verás Alejandro, tengo 28 años, no soy casado, no tengo hijos, no tengo novia y aún vivo con mis padres, así que ahí tienes la respuesta a la pregunta que has tenido en la cabeza todo este tiempo y sé desde el primer día, o al menos me imagino el porqué buscaste acercarte a mi, se que te gusto, se que soy ese alguien que no es de tu escuela, te observo cuando me mirás y quiero decirte que también me gustas, que me pareces muy guapo, pero también sé que tengo 28 y tú apenas 15. Debes saber que a veces tengo bastante miedo de pensar que eres menor de edad y que esto no está bien, que puedo tener problemas pero eso no quita el hecho de que me gustas y me gustas mucho, bien... Se hizo un silencio abrumador por no se cuento tiempo, él debió pensar que yo diría algo, pero como podría decir algo si estaba temblando de nervios, miedo, emoción y también de alegría de haber escuchado todas esas palabras que él acaba de decirme. Así que él nuevamente habla y dice, ¿También sientes ...