La vecina...
Fecha: 01/01/2020,
Categorías:
Sexo con Maduras
Tus Relatos
Autor: Luís, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Hola que tal, mi nombre es Luís y tengo 26 años. Mi relato a continuación es verídico, pero no es actual, esto ocurrió cuando yo tenía 16 años de edad.
En donde vivía tenía una vecina de aproximadamente 43 años de edad, ella estaba divorciada y vivía solo con su hija mayor que estaba por casarse para esas fechas. Mi vecina era como de 1.55 mts de estatura, de complexión esbelta, tenía senos pequeños pero muy paraditos, ojos grandes y largas pestañas, usaba siempre minifalda y tacones pues trabajaba como secretaria en el gobierno. Llegaba siempre del trabajo aproximadamente a las 6 de la tarde. Siempre muy carismática y con sus minifaldas que dejaban ver sus curvadas caderas, sus nalgas firmes y sus pantorrillas torneadas. Supongo que era muy elogiada en su trabajo y a dónde quiera que iba.
Ella se llevaba muy bien con mi mamá, salieron varias veces, supongo que a algún bar o algo así. Y se contaban todos los chismes que surgían por aquí.
Desde que yo tenía 13 años, esa señora me gustaba muchísimo, no sé a qué se deba pero siempre me han atraído las mujeres maduras, yo jugaba con sus dos hijas al play station.Cuando ella llegaba del trabajo, se soltaba el cabello y se quitaba los tacones ahí en la sala frente al televisor y yo muy discretamente mientras jugaba con sus hijas, veía sus piernas, sus dedos de los pies perfectamente cuidados y sus uñas pintadas casi siempre de color rojo escarlata. Incluso me masturbe unas cuántas veces pensando en como sería tenerla de ...
... perrito mientras le empujaba mi miembro duro por su culito. Me imaginaba todo; sus caras, sus gemidos, lo cálido de su vagina y la humedad que rodeaba mis testículos como en las películas porno que solía ver en ese entonces.
Un día saliendo de la prepa, cuando ya tenía yo 16 años y estaba en primer año, me fui de pinta con algunos compañeros de clase y nos fuimos a tomar desde temprano a la casa de un amigo, empezamos a tomar aproximadamente a las 10 de la mañana y la borrachera termino como a las 5 de la tarde, la verdad me puse muy mal, incluso hay muchas cosas de las que no recuerdo haber echo ese día. Sin embargo hay un suceso que nunca se me va a olvidar. Eran ya casi las 6 de la tarde, yo estaba por llegar a casa, me pare a tocar la puerta de mi mejor amigo Ernesto, pero este nunca salió, sin en cambio al bajar las escaleras de su casa, ella, mi vecina iba subiendolas para llegar hasta la puerta de su casa que se encontraba justo en frente que la de mi amigo, iba llegando del trabajo, me saludo con una gran sonrisa como siempre y me preguntó si me encontraba bien, yo no podía ocultar la cara que traía de haber tomado en exceso. Se me quedó mirando como presintiendo que mi mamá me iba a regañar muy feo por eso, así que me invitó a pasar a su departamento para darme de tomar un café bien cargado y que se me regresara un poco la sobriedad. Yo sabía que ella se llevaba muy bien con mi mamá y que eran muy buenas amigas así que me sorprendió su acto de complicidad conmigo. ...