AL PRINCIPIO FUE POR DINERO PERO DESPUÉS POR PLACER - Relatos Eróticos

AL PRINCIPIO FUE POR DINERO PERO DESPUÉS POR PLACER

... sujeto ese no volvería a atender su mesa. Pasaron como tres días y no vi al sujeto, respiré tranquilo, casi los mismos clientes a los que conocía las mañas por lo tanto no había problema. Un día de fin de semana apareció de nuevo, mi corazón dio un vuelco cuando lo vi sentado solo en un rincón, traté de pasar de largo para atender a otros clientes, pero él me llamó, con la cara roja por la vergüenza y las piernas temblando tomé su pedido, una cerveza, y fui a buscarla, nuevamente el mismo rito de la otra vez, tomó su cerveza, pagó y se marchó al baño. Me resistí por todos los medios, me puse a conversar con un colega, atendí otras mesas, pero no pude sacarme las ganas de ir al baño y mi razón dejó paso al instinto y sin pensarlo me encontré en el baño y luego sintiendo las manos del hombre, su lengua caliente, mis gemidos, me mordía el labio, luego el hombre se puso de pie y sentí su miembro duro y caliente entre mis nalgas, tenía el corazón a mil, en mi cabeza resonaban las palabras - ¡detente, no quiero..!pero mi cuerpo no obedecía y me dejé arrastrar al cubículo del inodoro, él hombre se sentó sobre la taza del inodoro dejando al descubierto su pene completamente erecto, mojado, cubierto de venas, su cabeza bañada en líquido preseminal. tiró de mi para que me sentara sobre su palo duro, tuve miedo, quise huir, había llegado demasiado lejos, pero lo que hice fue sentarme lentamente sobre esa verga, tenía cerrado los ojos, no quería pensar, un sinfín de sensaciones ...

... recorrían mi cuerpo y mente, apareció la imagen de mi novia haciendo lo que yo ahora hacía. El fierro caliente del hombre fue entrando dificultosamente en mi culo, me dolía, y sin embargo no entendía como intentaba que entrara más adentro de mí. El extraño comenzó a moverse, mi cuerpo se relajó, me sentí abierto y a la vez lleno entero por ese pedazo de carne. Me besaba, me acariciaba, yo busqué su boca una y otra vez. Me sorprendí diciendo palabras que mi novia me decía cuando hacíamos el amor, - lléname todo papito por favor - me sentí un degenerado, un pervertido y me gustó. Ya no me importaba nada, seguí moviendo mi culo mojado y lleno, caliente y hambriento por esa verga, no quería parar, pero sentí que el hombre tensaba sus músculos y se corría en mi interior, lo besé apasionadamente y me corrí sobre su estómago, nos quedamos ahí en silencio luego sentí como su verga salía de mi culo, tomé un pedazo de papel higiénico y me limpie los restos de leche que chorreaban por mis piernas, me fui del baño y seguí atendiendo mesas.
Efectivamente ese fin de mes el jefe me aumentó el sueldo, pero me hizo una sugerencia que más bien parecía orden, me dijo, - creo que tú podrías hacer un show para nuestro público-. no respondí nada. Los sábados por la noche algún vedetto hacía un show erótico bastante subido de tono, solían quedar completamente desnudos y en algunas ocasiones se dejaban tocar por los asistentes. No le conté esto a mi novia, ni tampoco mi aventura con el sujeto, sino que ...