AL PRINCIPIO FUE POR DINERO PERO DESPUÉS POR PLACER - Relatos Eróticos

AL PRINCIPIO FUE POR DINERO PERO DESPUÉS POR PLACER

... acepté la oferta, porque aparte de subirme el sueldo con las propinas que me haría con el show tendría hartas monedas para comprar la motocicleta que deseaba hacía ya tiempo.
Con la ayuda de otros vedettos ensayé pasos de baile y las técnicas para seducir al público.Todos los días al gimnasio para matarme dos o tres horas de ejercicios para lucir un cuerpo perfecto.
Mi debut fue con dos vedettos más, no hubo tocaciones entre nosotros o cosa parecida, pero sí los tres quedamos desnudos exhibiendo nuestros penes. Debo decir que me fue mejor de lo que esperaba y poco a poco fue tomando confianza hasta que hice mi show en solitario, pero quería lograr que aquellos hombres estuvieran realmente calientes, ansiosos por tocarme o poseerme de tal modo que soltaran sin problemas los billetes. Mi show fue cada vez más osado, quedaba desnudo, ponía mi trasero para que lo tocaran, dejaba que me pajearan un poco.
En una ocasión estaba ya completamente desnudo y mi público tratando de tocarme por todos lados, vi entre ellos, con una cerveza en la mano al desconocido, se me cruzó por la mente una idea y al momento la llevé a cabo, tomé por la corbata al hombre y lo hice subir ...

... donde yo bailaba. Nos besamos apasionadamente, él agarró mis nalgas desnudas, las abrió, el público gritaba y aplaudía, mientras nos volvíamos a besar el vertió la cerveza por mi espalda y luego se arrodilló chupando las gotas del líquido de mi culo, no aguanté y le desabroché el pantalón, su miembro apareció en gloria y majestad, tomé el resto de cerveza y lo esparcí por su verga luego chupé gota a gota. Hice que el hombre se acostara en el piso con la verga dura apuntando hacia el techo y me senté sobre él, lo cabalgué con furia, el espectáculo que dábamos era tan caliente que alguien del público se subió donde estaba y puso su miembro en mi boca, no me negué estaba lleno por ambos lados, miré hacia el público, varios se masturbaban, otros se metían mano, eso me calentó aún más y cuando ambos se corrieron lancé la leche desde mi boca al público y me saqué el semen de mi culo, comiendo lo que quedaba.
Al otro día hablé con mi novia, y le pedí terminar la relación, no le comenté que había encontrado en los hombres un placer mucho más intenso y delicioso que con ella o con cualquier otra mujer. Ahora sé que hay cosas más importantes y deliciosas que el dinero, un macho.