1. Las aventuras de mi Hermana con los perros del Barrio


    Fecha: 06/01/2020, Categorías: Zoofilia Tus Relatos Autor: R B M M, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... placer, dejo que el perro le lamiera la panocha. El perro enloquecido por aquel olor  de hembra en celo, se separo de la rajada de Almita y al hacerlo, Almita vio algo que nunca en su vida le habia visto a ningun perro a pesar de que en su casa habia tenido varios, de por debajo de la panza de aquel perrote, cogaba un enorme pedazo de carne, muy rojo, venoso. gordo y brillante que empezaba a gotear un liquido blanquesino, el perro ahora le jalaba con una de sus petas delanteras como tratando de hacerla que se arrodillara, mientras que en su afan por hacerla que se empinara, tiraba picotazos al aire con aquel enorme pedazo de carne de un color rojo brillante, Almita ya etaba por demas caliente con las lamidas que el perro le dio, asi que ella solita se inco en el suelo poniendose de rodillas y con las manos apoyandose en el suelo, quedo con sus bien torneadas nalguitas al aire y como se habia quitado los calsones, su culito y panochita, quedaron a la vista de aquel perro desconocido, pero que le proporcionaba muchisimo placer. Por el intenso placer que el perro le habia echo sentir, su panochita parecia pulsarle, a la vez que de el interior de la misma, seguian saliendo los liquidos producto del orgasmo tenido, al empinarse se abrieron los labios de la rajada y quedo al descubierto su inchado clitoris que en ese momento estaba tan sensible que cualquier roce hacia a Almita esttremecer y orinarse de nuevo. Almita estaba tan exitada y tan fuera de la realidad al sentir esos ...
    ... orgasmos tan desconocidos para ella hasta ese momento, que no se dio cuenta cuando el perrote, ya exitado tambien, se le monto por detras y tomandola fuertisimo de la cintura, comenzo a tirar de picotazos tratando de ensartar su descomunal bergota en la virginal panochita de Almita, la cual al sentir los piquetes de aquella gruesa y enorme berga, no entendia que es lo que el perro trataba de hacerle, ella sentia como los piquetes de berga pasaban muy cerca de su culito, el cual al sentir los piquetotes, se fruncia solito de forma involuntaria y se apretaba de tal manera que parecia que el culito de almita presentia que iva a ser invadido por aquel enorme bergon y asi le quitaria su tan temprana e inocenete virginialidad. Otras veces la enorme y gorda berga picaba por afuera de los labios vaginales de Almita, la cual al sentir esos firmes pero errantes piquetes que le daba la berga, sentia algo muy desconocido para ella y sin darse cuenta, ella deseaba que esa bergota le atinara a cualquiera de sus dos orificios que en ese momento estaban disponibles para ser penetrados y desvirginiados por cualquiera que quisiera entrar en ellos, Almita se quiso acomodar de tal manera que alguno de sus virginales orificios quedara a la altura de esa bergota invasora que iremediablemente, penetraria alguno de ellos, siendo la primer berga que Almita iva a tener en uno de sus virginales orificios y que sin piedad ese perro penetraria muy rapidamente una vez localizado su objetivo. Con el movimiento ...
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