Las aventuras de mi Hermana con los perros del Barrio - Relatos Eróticos

Las aventuras de mi Hermana con los perros del Barrio

... calido recinto recien desvirginiado. Almita ahora tambien sentia muchos y descomocidos placeres para ella que a su temprana edad, no habia sentido nunca y sentia desmayarse, tanto por el grosor y tamaño de esa descomunal berga, que ahora habia crecido aun mas dentro de ella y que ahora invadia sin remedio el pequeño y antes ni violado utero que recibia dentro de el a aquella berga que penetraba sin remedio alguno su tambien virginal interior, siendo asi el tambien violado por esa berga que entraba sin piedad dentro de el y que en forma continua pero ininterrumpida, depositaba en su interior chorros y chorros de mecos tratando con estos, de fertilizar a su nueva perra y asi darle aquel enorme perro, cachorritos salidos del utero de Almita que sentia como su pequeño utero estaba al maximo de lleno de aquellos mecos que irremediablemente llenaban al maximo su ahora adolorido utero por el tamaño y grosor de semejante berga que habia crecido en forma alarmante dentro del uterito de Almita, ella ahora si que se sentia llenisima de mecos y ahora ya na cabian mas en su utero y eran despedidos fuera de el, llegando al exterior por el reducido canal vaginal de Almita y que salian por los labios vaginale en forma ininterrumpida hasta formar un charco el el suelo.Almita quiso quitarse al enorme perro de encima, pero al hacerlo se dio cuenta de que estaba pegada a el y no habia nada de separacion entre sus labios vaginales y el enorme nudo que la tenia empalada a esa enorme berga, ella ...

... estaba totalmente arrejuntada a la berga del perro y el enorme nudo hacia las veces de candado que impedia que la panochita de Almita quedara libre de semejante bergon. Una vez pasado el dolor y la continua presion que hacian las apretadas paredes vaginales de Almita sobre la enorme berga de ese perro, Almita empezo a sentir un nuevo y desconocido placer que hizo que ella en su inocencia, descubriera que aquella berga le brindaba sensaciones nuevas y placenteras y sin poder evitarlo y de forma involuntaria, Almita exploto en un enorme y placentero orgasmo, que de su pequeño y recien violado recinto vaginal, salieron de el enormes cantidades de calido liquido blanquesino que bañaban en su totalidad la enorme berga del perro y que aun estando hermeticamente cerrada su panocha apretando con gran fuerza aquella berga que la hacia gosar a mas no poder, los liquidos despedidos por la vagina de Almita, salian al exterior de ella, ya que su pequeña cavidad no podia admitir ni un mililitro mas de liquido ya fueran los mecos del perro que le salian sin cesar o bien los liquidos segregados por la infanti vagina de Almita. De pronto y sin aviso, el perro levanto una de sus patas traseras y la paso por la espalda de Almita, y con esto, quedaron ambos culo con culo, Almita sorprendida, recordo a los perros de la colonia y ahora se daba cuenta del porque se quedaban pegados por mucho rato y se angustio al pensar que ella, al igual que las perras que se cogian los perros en las calles de la ...